

El estándar Passivhaus como ya hemos visto en post anteriores no es una moda está considerado como el estándar de construcción que más crecerá en los próximos años, debido a la necesidad de cumplir el objetivo 2020 definido por la Unión Europea en materia de eficiencia energética. El estándar garantiza la construcción de edificaciones con altas prestaciones térmicas, limitando la demanda de consumo en las instalaciones de calefacción y refrigeración, y consiguiendo un elevado grado de confort y calidad del aire interior.
A continuación vamos a hablar de dos aspectos fundamentales dentro del estándar, como son el aislamiento y los puentes térmicos. En una construcción tradicional la deficiencia de estos se suple con un mayor consumo energético de las instalaciones de climatización, para conservar así unas condiciones de confort interior apropiadas. Por ese motivo en el estándar Passivhaus tiene tanta importancia la correcta ejecución de la envolvente del edificio.
Realizar una envolvente completa con un buen aislamiento consigue que nuestro edificio mantenga una temperatura interior muy próxima al confort. Tenemos que ser capaces de mantener la energía en el interior de la envolvente y evitar al máximo la aparición de puentes térmicos.
Los puentes térmicos son perdidos de calor puntuales pero que pueden llegar a alterar el comportamiento energético de nuestro edificio. Más del 70% de las pérdidas que se producen son a través de la mala ejecución de los aislamientos o detalles constructivos. Aparecen en las uniones entre diferentes elementos estructurales o juntas entre materiales como por ejemplo en la cumbrera de cubiertas, unión entre una cubierta y el cerramiento de fachada, cantos de forjado, sujeción de carpinterías exteriores en huecos o encuentros de losa de cimentación con muros exteriores.
El estándar Passivhaus no es un sistema constructivo. Lo que exige es que la construcción del edificio para que el proyecto pueda ser certificado Passivhaus, cumpla con unos valores predeterminados una vez finalizado el proyecto.
Una regla que se utiliza a la hora de proyectar un edificio Passivhaus es la “Regla del Rotulador”. Consiste en que tenemos que poder trazar una línea continua alrededor de la envolvente, siguiendo el trazado por donde hemos previsto colocar el aislamiento térmico. Por esa razón, el sistema más utilizado es el SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior), pero esto no quiere decir que no se puede aislar por el interior, sino que habrá que estudiar la solución más conveniente para cada proyecto.
Como ya hemos comentado anteriormente, la falta de continuidad en la envolvente de aislamiento, la aparición de saltos, se suple en la construcción tradicional con el aumento del consumo de las instalaciones de climatización, pero en el estándar Passivhaus estas pérdidas repercuten muy negativamente en el resultado final. El estándar te aconseja obtener un valor máximo de transmitancia térmica (1) que oscile entre 0,15 W/m2 K y 0,3 W/m2 K recordemos que cuanto mayor sea la resistencia térmica de cada una de las capas que compone el cerramiento, cuanto mayor sea la resistencia térmica menor será la transmitancia.
Uno de los puentes térmicos en los que hay que prestar especial cuidado es en la unión de las ventanas con el cerramiento de fachada, como quedó demostrado en el taller sobre instalación de ventanas que hicimos en nuestro Forum de Conferencias en Construtec. Para remediarlo, en general las ventanas se colocan a continuación del aislamiento, y en la junta se utilizan materiales de sellado con una alta resistencia térmica.
Desde la fase de proyecto tenemos que ser conscientes de los materiales que vamos a emplear. Tenemos que utilizar aquellos que tengan poca conductividad como pueden ser el plástico, la madera, productos de fibra de vidrio o de PVC reciclado. Un error común es realizar toda la envolvente con aislamiento y darnos cuenta en el último momento que los perfiles de arranque de nuestro zócalo o los conectores de sujeción empleados son de aluminio, lo que puede llegar a perjudicar el resultado final.
El objetivo final del estándar Passivhaus es realizar un diseño libre de puentes térmicos, para evitar pérdidas de calor innecesarias. Consiguiendo un edificio eficiente energéticamente, confortable, rentable y sostenible.
Transmitancia térmica: Es la medida de calor que fluye por unidad de tiempo y superficie, transferido a través de un sistema constructivo, formado por una o más capas de material, de caras plano-paralelas, cuando hay un gradiente térmico de 1ºC de temperatura entre los dos ambientes que separa.