

«No es posible resolver los problemas de hoy con las soluciones de ayer». (Roger Van Oech)
El ámbito de la construcción industrializada tiene como bases fundamentales la optimización de recursos, la mejora de los procesos y la estandarización de sistemas. En la industrialización de la arquitectura hay poco espacio para la improvisación en obra, todos los aspectos de obra quedan prácticamente planteados y solucionados previamente en el proceso de fabricación «off-site», en fábrica. Esto quiere decir que, todos y cada uno de los agentes que intervienen en el proyecto del edificio deben estar coordinados desde las fases tempranas. Para llegar a este nivel de coordinación necesitamos herramientas de trabajo tecnológicas potentes. BIM ofrece una tecnología capaz de unificar el modelo del edificio con la gestión de su información asociada, disponible en todo momento a todos. BIM por lo tanto, no es una opción sino una necesidad en la construcción industrializada.
Con BIM la información del proceso constructivo se centraliza y automatiza desde los primeros trazos hasta incluso la fase de demolición o desmantelamiento. En este sentido alivia bastante que tengamos a nuestra disposición metodologías tan potentes para que todos los agentes que intervenimos en el proyecto podamos modificar y consultar al instante la información que necesitamos en la definición y gestión del edificio. Las posibilidades de BIM en los edificios industrializados son los siguientes:
A estas alturas de la Construcción 4.0 pocos se atreverán a intentar defender el uso general de las herramientas de dibujo asistido basadas en CAD frente a las potentes herramientas BIM. Simplemente por hacer una comparativa, los programas CAD se limitan a trazar en ordenador lo que en su día hacíamos a mano con lápiz y rotuladores. Es decir, se trata de representar el edificio con geometrías básicas. Pero, como ya sabemos, BIM traza directamente ARQUITECTURA (muros, cubiertas, carpinterías,…), con toda la información que conlleva definir esa arquitectura al más mínimo detalle. En CAD las modificaciones deben hacerse una a una en cada una de las vistas, en BIM los cambios se efectúan instantáneamente en todas y cada una de las vistas. Aparte de contar con una potente base de datos de todo lo que podamos imaginar en nuestro proyecto.
Al hilo de esta comparativa, es evidente que la construcción industrializada debe pasar sí o sí por BIM: en un proceso donde se quiere estandarizar y automatizar al máximo, no tiene ningún sentido simplemente dibujar geometrías sino almacenar en un solo archivo el mayor número de datos posibles accesibles para todos. El uso de CAD es más propio de un tipo de arquitectura artesanal, donde los procesos son poco rentables y especialmente trabajosos.
Sabiendo que BIM tiene mucho que aportar a los proyectos de arquitectura industrializada, ¿Cuál es el partido que le podemos sacar en la práctica?
La metodología BIM se sirve de las «familias» de objetos para facilitarnos la tarea de implementar los diferentes componentes en los proyectos. Para obtener dichos sistemas de componentes tenemos numerosas plataformas y bibliotecas online donde podemos descargarnos, normalmente gratis, los objetos que necesitamos para el modelo BIM. Pero también existen fabricantes que ya se han puesto las pilas e incluyen en su área de profesionales las familias BIM. En este sentido, KÖMMERLING tiene una biblioteca de familias para Revit para los sistemas: