

La ciudad es una concentración de contaminación proveniente de todos los elementos que la forman. Varios son ya los proyectos enfocados a introducir materiales, superficies y bosques integrados para luchar contra ello, pero éste va un poco más allá.
En Studio Roosegaarde no conciben que «aceptemos la contaminación del aire como algo normal» y han trabajado en una torre diseñada intencionadamente para purificarlo. Basándose en los purificadores de aire de los hospitales, y tras tres años, éste es el resultado:
El espacio interior de la torre se convertiría en un lugar de encuentro para técnicos interesados en la sostenibilidad y la recuperación del medio ambiente que tengan algo que aportar a la descontaminación de los núcleos urbanos.
El prototipo está listo sobre el papel y han confiado en el apoyo de la gente, buscando fondos por medio de Kickstarter para construir la primera Smog Free Tower.
Una iniciativa con mucha concienciación
Para dar visibilidad al problema, el primer prototipo de la torre se construye en Rotterdam y para luego viajar alrededor del mundo, parando en las ciudades más contaminadas.
De una manera más popular y divertida, Roosegaarde propone «atrapar» el smog y cristalizarlo para hacer objetos que veamos todos los días. Los llaman Cubos Libres de Smog, y contienen dentro lo que respiramos a diario en el aire transparente. Así visto, parece bastante más preocupante, ¿no?
Entre estos objetos hay una colección, por ejemplo, de bisutería, una idea que me parece original y muy eficaz, sobre todo con las relaciones numéricas que encuentran: con cada anillo que compras estás donando 1000 metros cúbicos de aire limpio.
Fuente imágenes: Plataforma arquitectura | Stealmag