

Vamos a analizar los distintos comportamientos energéticos de un mismo edificio, primero sin un aislamiento térmico y después con rehabilitación térmica.
El edificio es un bloque de viviendas construido después del año 1979, situado entre medianeras y compuesto por una planta baja para locales comerciales y tres plantas de viviendas.
Cuando el edificio todavía no cuenta con un aislamiento térmico el uso de calefacción es la causa principal del consumo de energía en el edificio en la temporada de invierno.
Con la rehabilitación energética en el edificio, se sustituye el vidrio sencillo por un acristalamiento doble bajo emisivo de cámara de 12 mm y el marco por otro de altas prestaciones térmicas. Sustituyendo solamente el 7% de la fachada, es decir, los huecos para todas las diferentes zonas climáticas, se consiguen los siguientes valores de ahorro energético:
La conclusión que podemos extraer de este estudio es que se consigue un ahorro energético entre un 5,4 y un 8% del consumo total de energía del edificio (dependiendo de la zona climática donde esté construido el edificio) con la rehabilitación energética. Es un ahorro considerable a pesar del bajo porcentaje de huecos en fachada y de que se ha rehabilitado únicamente lo que es el hueco, no el resto de la envolvente. Si se rehabilitara también la cubierta y la parte opaca de la fachada, se podría llegar a más de un 40% de ahorro de energía para todas las zonas climáticas.