

La construcción bajo los parámetros definidos por el estándar Passivhaus en ocasiones va asociado con conceptos erróneos. En España el estándar ya es una realidad, aunque todavía hay sectores donde existe cierto recelo, principalmente por desconocimiento sobre los beneficios de este tipo de construcciones. Piensan que es una marca o tipo constructivo que solo se puede aplicar en los países del norte de Europa. Construyendo bajo el estándar Passivhaus se puede llegar a conseguir reducir el gasto energético casi en un 75%, lo que afecta directamente a nuestro consumo calefacción y refrigeración. Lo que se busca es una construcción que sea al mismo tiempo eficiente energéticamente, confortable, rentable a lo largo del tiempo y sostenible. A continuación vamos a intentar despejar algunas dudas sobre conceptos que en ocasiones son erróneos.
Si solo valoramos el coste real del presupuesto de ejecución material es cierto que es más elevado. El mercado todavía se está adaptando a la oferta y demanda existente. Desde el Reto KÖMMERLING insistimos en la importancia en la formación de todos los agentes que intervienen tanto en el diseño como en la construcción del proyecto. El conocimiento, la innovación en nuevas soluciones y materiales son la clave para dar una respuesta más competitiva en la ejecución y precio final. Actualmente este tipo de construcciones tienen un incremento entre un 3% y el 5% dependiendo de la tipología de edificio frente a la construcción tradicional.
Si pensamos en la vida útil que tiene un edificio, y el ahorro energético que supone este tipo de construcción, podemos afirmar que esta diferencia puede llegar a ser absorbida en los primeros 5 años de vida útil. Si reducimos el gasto de energía reducimos lo que pagamos en cada factura de electricidad o calefacción. No olvidemos que el estándar Passivhaus fue desarrollado por los profesores Bo Adamson y Wolfgang Feist a partir de numerosas investigaciones que buscaban encontrar el equilibrio entre un tipo de construcción y el consumo energético. La primera vivienda Passivhaus data del año 91 en Alemania, y en este momento el estándar ya se está adaptando a la mayoría de los países centroeuropeos y del resto del mundo con gran éxito.
No. Un edificio Passivhaus es un edificio de bajo consumo energético mejorado. El estándar lo que define son los componentes, y los principios en los que se tiene que basar la construcción del mismo. No es un sistema constructivo, es un sistema abierto a diferentes soluciones, lo importante es que el resultado final cumpla con los requisitos y cálculos definidos previamente. Si tenemos mayor espesor de aislamiento y utilizamos carpinterías exteriores con altas prestaciones térmicas, se reducirá la demanda de energía tanto en invierno como en verano.
No es una marca, sino un concepto de construcción. Construir en España no es lo mismo que construir en Alemania ya que tenemos diferente climatología. Aquí los inviernos son menos fríos con lo cual conseguimos mayores ganancias solares, y en verano necesitamos proyectar sombras sobre las ventanas mediante porches o brisolei. Aunque partimos siempre de los mismos principios en todas las latitudes es importante también estudiar y analizar el entorno en el que nos encontramos, igual que hacemos en una construcción bioclimática, ya que nos basamos en los datos climatológicos específicos de cada lugar.
Se puede aplicar en cualquier tipología constructiva sea vivienda unifamiliar, edificio de oficinas, comercial o centro hospitalario. El estándar tiene que ver con cómo se ejecuta la construcción no con el uso al que esté destinado el edificio. Es cierto que lo primeros proyectos hacen solo referencia a viviendas unifamiliares, principalmente porque son autopromociones donde el espesor de nuestro muro de fachada no tiene tanta repercusión en la ocupación global de la parcela. Esto ha cambiado, las grandes promotoras como puede ser el Grupo LOBE hace tiempo que han cambiado su posicionamiento al respecto, el mayor confort térmico y acústico de los usuarios, el ahorro energético y la importancia de la calidad del aire que influye en nuestra salud está por encima de los m2 de superficie que pueda tener una vivienda en una promoción.
Sirva de ejemplo el Hotel Arima de San Sebastian realizado por Hoz-Fontán arquitectos y Tarruela Trenchs studio, el primer hotel de grandes dimensiones certificado Passivhaus en España.También tenemos que eliminar de nuestra cabeza la idea de que solo se pueden certificar proyectos de obra nueva. Existe la certificación Passivhaus para edificaciones nuevas y EnerPHit (Energy retrofit with Passive House Components) para existentes. Se puede aplicar en la rehabilitación integral de un edificio o en la reforma interior de una vivienda, utilizando en la mayoría de los casos componentes certificados Passivhaus, de esta manera el edificio existente mejora notablemente su eficiencia energética.
Hablar del estándar es hablar de la calidad del aire interior gracias a la utilización de un sistema de ventilación mecánica que se encuentra constantemente renovando el aire interior del edificio. Permite que el aire que puede entrar en invierno del exterior a 0o al cruzarse en el intercambiador con el que sale de la vivienda a 22o, se transforma en unos 18o aproximadamente sin la utilización de ningún tipo de aporte de calefacción. El aire que se encuentra en nuestra vivienda ya se encuentra filtrado de impurezas como puede ser el polen o polvo, pero esto no quiere decir que no puedas abrir las ventanas.
Tanto por el CTE (Código Técnico de la Edificación) como para conseguir una certificación de Passivhaus, es necesario que las ventanas se puedan abrir. Es más, en primavera, cuando la temperatura exterior en muchas ocasiones es más confortable que en el interior, es incluso recomendable. Lo mismo que cuando refresca en las noches de verano. Lo que suele ocurrir es que cuando abrimos las ventanas en una vivienda tradicional para ventilar estamos perdiendo energía, lo que conlleva a un mayor consumo energético a posteriori. El estándar Passivhaus lleva casi 30 años demostrando que es posible construir de forma diferente, consiguiendo edificios de consumo casi nulo. Es el momento de mirar con optimismo hacia el futuro.