

El acrónimo DAP o Declaración Ambiental de Producto lleva con nosotros ya varios años. Poco a poco se han ido desarrollando con más precisión estas particulares etiquetas que nos ayudan y seguirán ayudando a hacer nuestros proyectos cada vez más sostenibles y concienciados con el medio ambiente. Como su lectura puede ser algo difícil y, sobre todo, para saber diferenciar cuánto de sostenible es un producto, desde el Reto KÖMMERLING te tenemos preparado un post completo con las claves para entender bien la información que contienen estas fichas.
Índice
La Declaración Ambiental de Producto o DAP es un documento que muestra un resumen cuantitativo del impacto ambiental resultante de realizar un Análisis de Ciclo de Vida a un producto o servicio. Las DAP son de carácter voluntario y las realizan empresas externas, siendo así unas fichas objetivas en su contenido. A este tipo de fichas se las denomina genéricamente “Ecoetiqueta tipo III”.
La metodología de la Declaración Ambiental de Producto fue creada con los siguientes objetivos:
En España AENOR es normalmente la entidad encargada de realizar DAPs de producto y de establecer sus regulaciones. Hasta 2022 tienen redactadas 11 reglamentaciones específicas de productos de la construcción que determinan exactamente cómo proceder con el cálculo de análisis del ciclo de vida para generar la DAP:
También existe una categoría general que engloba todas aquellas DAPs de productos de la construcción que todavía no tienen una regla de categoría de producto específica. Las DAP de estos productos se elaboran con la normativa general, la UNE 15804:2012 + A2.
Los apartados de los que se compone una DAP contienen información de lo más general a lo más específico:
En este apartado nos encontramos con una tabla muy importante, ya que indica el alcance de desarrollo del Análisis de Ciclo de Vida aplicado. Podemos encontrarnos con 3 niveles de profundidad de análisis:
Es esencial que te fijes en esta tabla cuando compares DAP de diferentes componentes. Debes siempre comparar alcances similares, ya que de lo contrario los valores son totalmente diferentes. Sería como comparar manzanas con peras.
El subapartado 3.7 describe la puntuación “Data Quality Rating” (DQR) alcanzada del producto y su correspondiente calidad de los datos:
De las tablas que siguen en estos apartados son relevantes los siguientes parámetros ambientales:
La Tabla 5-1 muestra todos los impactos ambientales. El GWP-total o Potencial de Calentamiento Global refleja la contribución del producto al calentamiento terrestre.
La Tabla 5-3 muestra el uso de recursos. Fijarse bien en los consumos totales de PERE (Energía Primaria Renovable) y PENRT (Energía Primaria No Renovable).
La Tabla 5-4 refleja la generación de residuos en el Ciclo de Vida del producto. Es importante que te fijes en los indicadores RWD (residuos radiativos eliminados) y MFR (materiales para el reciclaje).
El Anexo 1 ofrece información interesante ya que las tablas reflejan datos tomando como unidad un kg de componente, en lugar de 1m2.
Nuestra Declaración Ambiental de Producto contiene mucha información valiosa y hay que saber fijarse en los aspectos clave para no abrumarse en el intento. Porque, además, como veremos, no todas las DAP son iguales porque no contienen el mismo nivel de información. Dependiendo del fabricante, nos encontraremos DAPs más precisas o menos. ¿Cómo saber si el producto con el que queremos trabajar es más o menos sostenible? Vamos a coger como ejemplos DAPs de diferentes sistemas de ventanas y puertas.
Llegó el momento de ayudarte a distinguir los aspectos relevantes dentro de las DAP. A la hora de comparar productos para medir su grado de sostenibilidad y decantarnos por la solución más concienciada con la economía circular, debemos fijarnos principalmente en estos factores:
Las DAP sectoriales se empezaron a emitir como un primer paso para la ponderación de la sostenibilidad en productos y sistemas de construcción. Sabes si una DAP es sectorial/genérica si en el apartado 1 de información general aparecen una serie de varios productos y marcas.
Estas primeras fichas tuvieron su utilidad para desarrollar mejor la metodología y en ocasiones pueden utilizarse si un producto concreto no tiene DAP propia. Pero no hay que olvidar que los valores que reflejan son aproximativos, ya que ponderan valores de varias marcas, incluyendo el peso, las emisiones de gases en transporte, los residuos generados, etc.
Las Declaraciones Ambientales de Producto particulares son propias de un producto concreto y son mucho más precisas y realistas que las sectoriales. Por eso, te recomendamos que utilices solo productos que tengan DAP particulares, ya que indica que el fabricante en particular ha invertido en medir la sostenibilidad de sus productos específicos.
Por otro lado, las DAP sectoriales puntúan la mitad o 2/3 menos que las particulares en los sistemas de evaluación ambiental (BREEAM, LEED, etc.).
Además, entre las DAP particulares existen diferencias notables según la fecha en la que se hayan hecho. En 2020 hubo una actualización importante en la norma UNE 15804, que regula toda la metodología de las DAP en el sector de la construcción. La actualización de 2020 trajo, por ejemplo, avances en cuanto a la posibilidad de cuantificar el Análisis de Ciclo de Vida completo (de la cuna a la tumba).
Hasta esa fecha las DAP se hacían parciales, es decir calculando solamente impactos ambientales de las fases de producción (de la cuna a la puerta), obviando el resto de fases del Ciclo de Vida del producto. Lo que quiere decir que no se tuvo en cuenta ni sus impactos en la fase de construcción, uso, ni aquellos al fin de la vida del producto, como la reutilización y reciclaje de los materiales.
Las DAP realizadas con estos diferentes criterios no pueden compararse entre sí ya que se han calculado con diferentes niveles de profundidad y, por lo tanto, contienen información más precisa o menos. Te recomendamos de nuevo que utilices productos con DAP que registren todo el Ciclo de Vida del producto, porque señala que el fabricante está actualizando sus productos hacia un nivel de precisión excelente. Se puede comprobar observando alcances diferentes en la Tabla 1-2:
Estos apartados contienen un gran número de tablas y datos. Es fácil perderse en ellos o directamente ignorarlos. Queremos que te fijes más concretamente en los apartados 5 y el Anexo1 de la Declaración Ambiental de Producto. Las tablas del apartado 5 toman como unidad de medida 1 m2 de producto. En el caso del Anexo1 es 1 kg de producto. El tomar el kg como unidad nos hace ver realmente los impactos asociados, ya que un 1m2 de carpintería de aluminio no pesa lo mismo que una de PVC, por ejemplo. Tomando el kg como medida unitaria es una oportunidad de ver exactamente los valores clave de los impactos ambientales en el ACV. Por ejemplo:
Ventana nº1: la primera tabla contiene los impactos ambientales tomando como unidad el m2 y la segunda un kg de producto. En este caso las diferencias no son sustanciales:
Ventana nº2: la primera tabla contiene los impactos ambientales tomando como unidad el m2 y la segunda un kg de producto. En este caso las diferencias sí son sustanciales, observando incluso que, a efectos de sostenibilidad, es mejor esta segunda ventana que la primera (impactos de calentamiento global/kg = 5.07 kg CO2 eq):
La Tablas 5-4 (unidad m2) y I-4 (unidad kg) ofrecen unos valores muy relevantes. El parámetro MFR (materiales para el reciclaje, en kg) indica la cantidad de material que puede reutilizarse, reinsertarse en la cadena de producción o bien reciclarse sin hacer “downcycling”. Una nota aclaratoria: en este caso aparecen valores negativos para reflejar que hay impactos ambientales negativos, puesto que los materiales se aprovechan.
Es esencial que las empresas tengan su propio programa de recogida y reciclaje y este valor indica el nivel de compromiso con la sostenibilidad y la economía circular que tiene el fabricante.