

Esta preciosa ruina era el resultado del abandono de una vivienda del siglo XVIII a la intemperie durante más de 150 años en una isla escocesa. WT Architecture la ha recuperado como casa familiar con una rehabilitación muy particular, manteniendo lo mejor de cada siglo y con criterios de sostenibilidad.
Más que una rehabilitación, hablamos de una integración entre la vivienda antigua y la vivienda nueva, que se maclan perfectamente para mantener la imagen contundente y atractiva del exterior, incluida la enorme grieta de una de las fachadas, a la vez que el interior moderno, tecnológico y acogedor. Las vistas interiores se cuelan a través de los muros de vidrio de dentro y entre las piedras de fuera.Los materiales incorporados son de bajo impacto ambiental.
El proyecto se desarrolló en dos fases: en la primera se estabilizó la carcasa de piedra y se mejoró la cimentación, en la segunda se construyó el interior con estructura ligera metálica y vigas de madera, cerramiento de vidrio y algún muro de refuerzo pintado de blanco. Este contraste es el que nombra a la casa y el que le da el carácter singular.
Se ha aprovechado para integrar estrategias de diseño pasivo, con ventanales a sur para captación solar, suelos de pizarra que trabajan por inercia acumulando esas ganancias solares durante el día para liberarlas por la noche, y cubierta verde para suavizar el efecto de las condiciones meteorológicas.
También se aprovecha el muro de la casa original para proteger el interior del azote del clima escocés.
Una rehabilitación atractiva, consciente e inspiradora que muy pocos tienen la oportunidad de acometer y en la que WT Architecture aprueba con nota.