

El nacimiento de este barrio en 2012 no es otra cosa que una de las estrategias emprendidas por la ciudad de Burdeos en el marco del proyecto «Bordeaux 2030, vers une métropole durable». La arquitectura bioclimática en pro de edificaciones de consumo reducido, uso de energías renovables y limpias, espacios verdes, medios de transporte públicos y eficientes buscan reducir la huella ecológica de los ya 7000 habitantes de este nuevo distrito, sin renunciar a estándares de calidad de vida y confort.
Índice
Las principales estrategias implementadas en el barrio son la siguientes:
La prioridad era alcanzar unos niveles de consumo energético lo más reducidos posible a través de estrategias de arquitectura bioclimática. Los resultados muestran que el 90% de los edificios han obtenido la BBC-Effinergie ® (Bâtiment à Basse Consommation), una certificación francesa que asegura una demanda energética máxima de 50 kW-h/m2-año, algo superior que el estándar PassivHaus.
Como en todo este tipo de edificios, la clave se encuentra en una estudiada orientación y un exhaustivo aislamiento, incluida la cubierta vegetal, que favorecen el mantenimiento de una temperatura de confort constante. Los materiales seleccionados para la construcción son ecológicos y adquiridos cerca del lugar de la implantación. Para todo esto, la inmobiliaria apostó por arquitectos de renombre y también estudios jóvenes pero prometedores en este tipo de proyectos.
Los altos niveles de eficiencia energética se obtienen a través de una red de calefacción por biomasa común a todo el barrio que se alimenta de desechos de explotaciones forestales de la región y de residuos de la fabricación de aceites de Burdeos. Este sistema es el primero en todo el país en funcionar a una escala tan grande en un 100% con energías renovables.
Otras iniciativas, más a nivel social, hacen de Ginko sea un entorno de vida sostenible y consciente. Las 4.5 hectáreas de zonas verdes se gestionan por los propios vecinos que las comparten, los desplazamientos se reducen para minimizar la necesidad de transporte y apostar por medios saludables y una Conserjería Solidaria está al servicio de todos los vecinos en distintos aspectos. Además de la bicicleta y el tranvía, se contará con una estación de «autopartage» para llenar cada coche que se mueva por el barrio.
En el Eco-barrio de Ginko se encuentran estos cuatro bloques de apartamentos y diez viviendas unifamiliares. El proyecto del estudio Nicolas Laisné + Christophe Rousselle de París divide los volúmenes en aquéllos que acompañan a la línea de tranvía y los alineados con el parque.
Como cualquier eco-barrio, Ginko establece unas restrictivas características a su edificación para garantizar que el nivel de eficiencia energética se ajusta a los principios de la comunidad. Este proyecto, por supuesto no es una excepción.
El planteamiento da lugar a tres edificios en altura unidos por un zócalo que da continuidad a lo largo del recorrido de la calle. La fachada sobria y sencilla al máximo se complementa con pintura negra y las cambiantes terrazas y aleros que proporcionan una imagen urbana y dinámica que deja entrever el funcionamiento del edificio con el clima a lo largo del día.
Por otro lado, el cuarto edificio y las unifamiliares se integran la zona verde con un acabado de madera y una altura menor.
Las cubiertas y zonas comunes del edificio son verdes, con un amplio jardín en el centro de la parcela. Las fachadas de bloques y unifamiliares giran ligeramente buscando las mejores vistas y máxima intimidad de los ocupantes.
Situadas en el ya conocido eco-barrio de Ginko, en Burdeos, tenemos miles de viviendas diferentes y contemporáneas, todas ellas eficientes, confortables y sostenibles.
La parcela «Canopee» tenía proyectados 6 edificios, dos en la rivera del río, uno de los cuales fue encargado al estudio de arquitectura La Nouvelle Agence. La inmobiliaria buscaba variedad arquitectónica en la orilla y así lo exigieron.
La planta es hexagonal con el fin de aumentar la exposición al sol en cada una de las fachadas y variar las vistas: de esta manera, se aumenta la privacidad respecto a los edificios vecinos y se personalizan las viviendas.
Cada planta cuenta con 3 o 4 apartamentos, que mantienen una distribución interior ortogonal convencional. Todos los espacios intersticiales provocados por los ángulos se convierten en terrazas y balcones.
La imagen exterior transmite la naturalidad de los materiales y concepción del edificio. Ladrillo blanco para envolver los espacios interiores y revestimiento de madera de pino local para los espacios exteriores. Se distinguen así los límites del volumen inicial y los huecos extraídos del mismo con las terrazas.
Fuente imágenes: La Nouvelle Agence
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