

Desde el principio, la nueva sede de Gas Natural Fenosa en Barcelona realizada por el estudio de arquitectura EMBT formado por Enric Miralles y Benedetta Tabliabue fue reconocida por su singularidad y forma tan característica.
Es un proyecto fraccionado, que se resuelve en diferentes escalas, escapando de la idea de una torre de oficinas aisladas. Busca relacionarse con su entorno, con el barrio de la Barceloneta, evitando crear un recinto cerrado, permitiendo pasear a su alrededor, atravesarlo o simplemente observar cómo pasa el día reflejado en su fachada de vidrio.
La arquitectura debe buscar factores que permitan hacer a los edificios más sostenibles. Las nuevas tecnologías y los materiales constructivos nos permiten hacer grandes fachadas aumentando no solo su valor estético, sino también de confort y seguridad. Con esto conseguimos una reducción del gasto energético gracias al control de la temperatura y luz interior.
En este proyecto destaca su fachada realizada con cristales templados con ondulación, que en muchos casos pueden llegar a parecer defectuosos. Como decía Enric Miralles en la memoria del proyecto “Las fachadas vibran, absorben y transforman los reflejos del entorno: nubes, ciudad, tierra, mar…”