

¿Sabías que las fachadas ventiladas surgieron originalmente como solución para evitar la entrada de humedad y agua a las hojas interiores de los muros? ¿Y que ahora mismo existen en el mercado soluciones con instalación fotovoltaica integrada? Te contamos estas y otras muchas más cosas en nuestro post. ¡Sigue leyendo!
Índice
El concepto de muros con cámara ventilada supone una forma de hacer fachadas más avanzada que el típico SATE. Es un sistema constructivo que se basa en crear una separación entre la capa rígida de paramento del edificio y la de revestimiento exterior, de forma que se facilite la circulación de aire entre ambas capas.
Por lo tanto, la fachada ventilada consta al menos de:
Este tipo de cerramiento multicapa fue creado en Reino Unido a principios del siglo XX como solución a la entrada de agua y humedad en los muros de fachada gracias a la función de secado de la cámara ventilada entre ambas hojas de la fachada. Más tarde, a partir de mitad de siglo XX, sobre todo en Noruega y Canadá, empezó la investigación exhaustiva sobre la efectividad de estas “pantallas pluviales” frente a las soluciones de fachada compactas. En la actualidad, gracias al desarrollo técnico y tecnológico, podemos disponer de una variedad amplia de fachadas ventiladas y aprovechar sus ventajas también en temas de aislamiento térmico y acústico.
La clave está, como es esperable, en la cámara de aire intermedia. Esta cámara de aire exterior crea una circulación de aire continua, creando un efecto chimenea. Esta ventilación tiene capacidades de regulación higrotérmica y barrera acústica. Un apunte sobre este tema y es que, la cámara debe proteger principalmente de la entrada de lluvia y humedad. De lo contrario, el sistema no se puede considerar fachada ventilada.
¿Cómo se consigue esta estanqueidad al agua? Mediante un fenómeno físico. La primera barrera exterior, la del revestimiento, no es completamente estanca. Aún así, las gotas de lluvia no deben traspasarla jamás y llegar a la capa interior del muro. De eso se encarga la cámara ventilada que, diseñada para ecualizar las presiones del aire que circulan en ella, mantiene la posible infiltración de humedad y agua a raya. El correcto dimensionado de la cámara ventilada es fundamental.
Por otro lado, la circulación continua de aire en la cámara (normalmente hablamos de aperturas en la parte superior e inferior del paramento) permite secar los materiales.
El efecto chimenea es básicamente la libre ventilación en el eje vertical de la fachada ventilada. La separación de aire, con su espesor reducido, entre 3-5 centímetros, permite que el calor que irradian los paneles exteriores al estar expuestos continuamente al sol suba por convección hacia la coronación superior de la fachada y no afecte al resto de la fachada. Con esto, conseguimos muros protegidos del sol y nula entrada de calor al interior del edificio en las épocas de calor. Lo que se traduce en una reducción de las cargas de refrigeración.
La fachada ventilada por lo tanto disipa el calor antes de que entre en nuestro edificio.
En temporada de frío lo que ocurre en las fachadas ventiladas a nivel de cámara de aire es una estabilización térmica gracias a la acumulación de aire ligeramente atemperado que queda atrapado, ya que no tiene temperatura suficiente para conseguir movimiento de aire, como sucede en verano. Esto implica un ahorro energético (20 – 30%). Además de conservar las funciones de barrera de humedad y agua que te hemos contado más arriba.
El sistema de fachadas ventiladas se compara a menudo con las soluciones de aislamiento por el exterior (SATE). Para optar por una solución u otra, debes conocer primero sus cualidades. Esta solución constructiva multicapa destaca, además de mantener fuera del edificio la humedad, por sus múltiples ventajas:
Una de las principales desventajas de las fachadas ventiladas es un aumento del peso propio de la fachada, en comparación con los sistemas SATE. El peso de los elementos de acabado y sus estructuras de fijación debe tenerse en cuenta, hablamos por ejemplo de 90 kg/m2 en fachadas con aplacados de hormigón, Además esta capa de acabado se encuentra a una distancia del soporte rígido, lo que crea momentos de fuerza sobre éste.
Por tanto, debemos asegurarnos de que el muro soporte donde ancle la estructura de fijación de los aplacados de revestimiento tenga capacidades mecánicas para ello. El dimensionado y comprobación de las tracciones es fundamental en las fachadas ventiladas.
A pesar de ello, las líneas de investigación de este tipo de sistema constructivo están encaminadas últimamente a diseñar revestimientos exteriores cada vez más esbeltos y de mayor formato, para aligerar pesos. Además, también encontramos en el mercado sistemas ligeros de fachada ventilada, lo que supone un verdadero avance en el sector.
Por otro lado, existe otra desventaja: el precio de las fachadas ventiladas es mayor con respecto a una solución SATE. Efectivamente, el diseño pormenorizado de la cámara, la estructura de anclaje y los materiales de revestimiento empleados hacen elevar el precio del sistema. Pero. A largo plazo, es más duradero que las soluciones constructivas con revoco.
Las fachadas ventiladas actuales requieren diseños personalizados para cada proyecto, son de hecho auténticos sistemas avanzados en cuanto a la técnica. Aunque dependiendo de la capa de acabado exterior habrá que optar por diferentes paneles y sistemas de fijación, según el caso, las soluciones arquitectónicas quedan enmarcadas dentro de una serie de elementos funcionales.
Hemos mencionado ya la cámara de ventilación, imprescindible para hacer realidad el sistema constructivo. Al menos debe tener un espesor de libre circulación de 3cm y, dependiendo de las características de la fachada y su ubicación, éste va variando. Pero también las fachadas ventiladas actuales están conformadas por los siguientes elementos y materiales:
Una vez está resuelta la parte funcional, podemos dar rienda a nuestra imaginación de arquitectos. Los revestimientos exteriores más populares actualmente son:
Antes de ir más allá con la parte estética de tu fachada ventilada, te recomendamos contactar con tu fabricante para precisar las posibilidades técnicas.
El orden de instalación es el siguiente:
También nos gustaría contarte una serie de errores más comunes a la hora de ejecutar las fachadas ventiladas:
Normalmente este tipo de fachadas tecnológicas exigen un control de calidad de ejecución de obra exhaustivo y riguroso por parte de empresas externas, para mayor objetividad. Los auditores externos deben revisar cada paso antes mencionado y comprobar que todo se ejecuta de forma correcta.
El perímetro de recercado de ventanas y puertas en las fachadas ventiladas es un punto especial. En él hay que rematar la fachada y saber unir bien los materiales al hueco y la instalación de la carpintería. Suele haber también algún problema ya que en este punto deben actuar dos gremios diferentes: el especialista en fachadas y el carpintero. Aquí te mostramos una solución para el encuentro con huecos de ventanas:
Normalmente los fabricantes ofrecen varios tipos de soluciones. Los encuentros estándar suelen ser con:
Lo que sí que hay que darse cuenta también es que, a la hora de ejecutar la fachada ventilada, o al menos la capa de revestimiento, las carpinterías deben estar ya instaladas.
La aplicación de estas soluciones de muros multicapa ventilados es compatible con todo tipo de proyectos: obra nueva, rehabilitación, vivienda unifamiliar, torres, … Lo que hay que asegurar es que el soporte rígido sea capaz de aguantar las fuerzas y pesos de la estructura de anclaje y los aplacados de acabado exterior: