

Según la ONG Hábitat para la Humanidad, 1600 millones de personas viven en condiciones inadecuadas. Por ello necesitamos soluciones constructivas rápidas, rentables y lo más duraderas posible, sobre todo en zonas de riesgo de fenómenos naturales como terremotos y desastres ambientales. Aunque la arquitectura 3D es ya bien conocida entre nosotros, el potencial de este tipo de técnica para la vivienda social es bastante obvio. ¡Sigue leyendo y explora las ventajas de las viviendas 3D sociales!
Índice
Las viviendas 3D sociales no difieren en ninguna característica a cualquier edificio impreso en 3D. Más bien, se saca provecho de las ventajas del sistema ofreciendo así casas más baratas y de calidad.
En cuanto a la apariencia exterior, las formas son más suaves que los edificios construidos a la manera tradicional. Estas casas 3D sociales cuentan además con una gran ventaja: la tipología es normalmente vivienda exenta, debido a la limitación geométrica que tienen las impresoras (es muy difícil imprimir actualmente más allá de unidades de vivienda con más de 2 plantas). Esto da lugar a tener viviendas accesibles y con calidad espacial, en comparación con los bloques de vivienda-colmena a los que estamos acostumbrados.
Debido a la rapidez de ejecución, la construcción de viviendas 3D sociales es muy adecuada en lugares que han sufrido desastres ambientales. Además, la materia prima puede ser mismamente la tierra del lugar. Lo que ofrece este tipo de construcción es, actuar con materiales propios de la arquitectura vernácula, pero con resultados de mayor calidad, incluso a prueba de terremotos.
En cuanto al cumplimiento de normativas de construcción, las casas impresas con el robot Vulcan II del fabricante ICON, cumplen con todos los requisitos del Código Internacional de Construcción (IBC), así como las resistencias estructurales necesarias.
En resumidas cuentas, las viviendas 3D sociales sacan el máximo partido a la impresión 3D para conseguir edificios de calidad más baratos y en menor tiempo que la construcción tradicional.
Está claro que se puede hacer vivienda social a precios muy reducidos, pero aquí la pregunta es más bien ¿Es posible hacer vivienda social de calidad? Precisamente el hecho de actuar con arquitectura impresa 3D es sinónimo de optimización y ahorro de costes. ¿Por qué? Primeramente, la construcción 3D es una aproximación a la arquitectura industrializada. Si bien es cierto que se sigue ejecutando on-site, los procesos de proyecto y gestión pueden enmarcarse perfectamente como industrializados. Además, el hecho de que la ejecución de muros necesite escasa mano de obra y muy especializada y un robot potente también puede hacernos pensar en la arquitectura industrializada.
Las viviendas 3D sociales son rentables porque:
Con todo esto, los promotores y constructores que ahora mismo apuestan por este tipo de procesos afirman que los costes de la construcción se abaratan un 20% con la impresión 3D.
Las primeras casas 3D sociales pueden localizarse en todo el planeta, de Norte a Sur y de Este a Oeste. Podemos destacarte en general, que hay empresas fabricantes de robots-impresoras como ICON y PERI, que están apostando muy fuerte por la vivienda social. Y no sólo en países emergentes como México, sino también en EEUU. Por otro lado, en Francia también se están realizando proyectos piloto y la Universidad Politécnica de Valencia tiene también experiencia en Marruecos.
En Francia podemos visitar la primera vivienda 3D social construida a nivel mundial. Localizada en un barrio con personas de bajos ingresos en Nantes, esta casa unifamiliar con 3 dormitorios presume por ser, además, energéticamente eficiente. En 2018 los operarios pusieron manos a la obra con el sistema Batiprint, que imprime una doble hoja de material aislante de Poliuretano, que hacen de encofrado perdido para el vertido de hormigón entre ambas capas.
Además, la vivienda está monitorizada para medir la calidad del aire interior, la humedad y la temperatura.
Gaia es el claro ejemplo de que materiales tradicionales, ecología y tecnología pueden ir de la mano. Esta pequeña casa experimental construida en Italia tiene 30 m2 y es modulable. Para ello, el sistema constructivo de los muros exteriores está conformado en multicapa, que es impresa por el robot. La mezcla portante está compuesta por tierra del lugar y cáscaras de arroz, uno de los productos naturales más abundantes a nivel global. Los alveolos de la multicapa se rellenan igualmente con cáscaras de arroz, salvo una de las capas que actúa de cámara de ventilación.
Un proyecto muy interesante y extrapolable a cualquier localización, ¡Además de ecológico!
La ONG americana «New Story» en colaboración con el fabricante de impresoras 3D ICON decidieron ir a lo grande e implantar una colonia entera de vivienda 3D social en Tabasco, México. El proyecto (2019) consiste en la impresión de 200 viviendas dirigidas a familias que viven bajo el umbral de la pobreza. Para ello se ha utilizado la última tecnología en impresión 3D, el robot Vulcan II, que imprime una mezcla patentada de hormigón con polímeros llamada Lavacrete.
Cada unidad de vivienda tiene 46 m2 y tiene 2 dormitorios y llevó solamente 24 horas para fabricar los muros. Además, las construcciones deben resistir los frecuentes terremotos por ser zona sísmica, por lo que queda demostrada la eficacia. estructural que tiene la impresión de arquitectura 3D.
La empresa fabricante de robots e impresoras 3D ICON apuesta fuerte por la vivienda social y también tiene otro proyecto muy interesante en marcha en Austin, Texas. El proyecto Community First! trata de construir vivienda social personas sin techo. El ancho de las impresoras en este caso es de 14 metros y, como en la comunidad de México, los muros de las casas fueron impresas con una hoja de la mezcla Lavacrete.