

Por muy rocambolesco que nos pueda parecer ahora, llegará un día en el que podamos comprar un metro cuadrado del Empire State. Gracias a la tecnología Blockchain (cadena de bloques en inglés), las criptomonedas como Bitcoin llevan funcionando ya desde hace más de 10 años. El sector inmobiliario no es ajeno a este fenómeno naciendo así el concepto de Criptovivienda.
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Desde 2018, cuando el concepto de Criptovivienda consiguió colarse en el ámbito inmobiliario, la posibilidad de hacer operaciones de compra-venta de vivienda con solo un movimiento de dedo en la pantalla de nuestro móvil cada vez se hace más real.
Gracias a la Blockchain, la famosa cadena de bloques utilizada por primera vez en 2008 para crear Bitcoins, el mundo inmobiliario es capaz de solventar uno de los principales obstáculos en la compra-venta de inmuebles: la lentitud de las transacciones y multitud de documentación que conlleva completar el proceso. ¿Imaginas poder comprar una vivienda (o una parte de esta) por internet con la misma facilidad que compras un gadget?
Con la misma facilidad con la que se creó la criptomoneda Bitcoin es posible crear una unidad de cambio o token que represente la unidad de vivienda: la criptovivienda. La cerradura de la casa solamente podría abrirla quien posea dicho token.
Esta forma de entender los edificios como bienes inmuebles junto con una construcción industrializada y la metodología BIM para llevar a cabo una gestión control total hace que consigamos transformar el sector en una industria atractiva para la inversión, transparente y ágil.
Blockchain es una estructura de datos basada en dos componentes principales: por un lado tenemos un «registro contable» que registra y conserva cada una de las operaciones en forma encriptada en cada uno de los usuarios de confianza; el segundo componente son los «mineros», una serie de ordenadores que «trabajan» para generar más cadenas y mantener la estructura «viva». De ahí que se denomine a Blockchain como un sistema «descentralizado» y seguro: cada vez que se ejecuta o registra un dato nuevo en el libro, debe ser validado por el resto de usuarios. De lo contrario, esa entrada de datos se desestima.
En el sector inmobiliario este sistema facilita enormemente las gestiones intermediarias como notarios, tasas en ayuntamiento e incluso hipotecas bancarias, ya que solamente se necesitan 2 usuarios para crear una relación de intercambio y acuerdos con un fin común: la compra transparente y directa de vivienda en una transacción realmente optimizada.
Los tokens son divisiones, acciones o unidades de intercambio de un bien que se considera la unidad. Estas monedas digitales hacen posible que se puedan hacer las operaciones de compra dentro del mundo blockchain. Imagina que se pone a la venta una vivienda de 200 m2 construidos. La propia vivienda se convierte en criptovivienda, dividiéndola en, por ejemplo, 200 tokens. Es decir, un token equivale a 1 m2 construido. Teniendo tokens, diferentes empresas pueden ser propietarias de dicha vivienda y todas propietarias.
Para optar a la compra de tokens de esa vivienda no es necesario ir al registro de la propiedad ni pagar tasas, simplemente acordar una transacción entre las partes a través de Blockchain. Así de sencillo. No importa si la vivienda está en otro país.
Ahora imagina que cualquier propiedad inmobiliaria del planeta se puede tokenizar: podríamos acceder a cualquier edificio de cualquier parte del mundo, imagina tener un token del Taj Mahal o de la Alhambra … a nivel empresarial y de inversión esta capacidad abre muchas posibilidades. Eso unido a la facilidad y seguridad de las transacciones que ofrece operar en Blockchain, es evidente que el mercado tarde o temprano se sumará a la tokenización y los criptoinnmuebles.
Aunque es cierto que ya disponemos de la tecnología para hacer operaciones en criptovivienda, en España todavía no está del todo desarrollada. Suiza, Singapur o Estonia son países punteros en la incorporación de la blockchain a la red inmobiliaria y la criptovivienda.
En España tenemos también posibilidad de comprar vivienda con criptomonedas, pero el sistema operacional sigue siendo tradicional, lo único que cambia es la divisa, en este caso, Bitcoin. La primera vivienda vendida en Bitcoins en España fue en 2018.
A pesar de las dificultades que presenta el registro de la propiedad en España y los agentes intermedios necesarios para las operaciones inmobiliarias en España, ya podemos contar con ventas de criptovivienda. El caso de la plataforma Reental es ya un ejemplo de éxito.