

Mientras el mundo actual se debate entre crisis económicas y pandemia, el emprendimiento y las nuevas técnicas de construcción siguen avanzando. La construcción impresa 3D es una nueva forma de entender la arquitectura.
El boom de la tecnología de la impresión 3D o fabricación aditiva en la arquitectura no ha hecho más que empezar. A medio camino entre la industrialización y la construcción artesanal, este tipo de técnica constructiva tiene la ventaja de poder diseñar cualquier forma arquitectónica construyéndola posteriormente gracias a un robot que va «leyendo e imprimiendo» los planos en formato digital. En este sentido, significa un avance con respecto a la construcción tradicional, ya que los operarios manejan el robot, pero no deben estar trabajando en condiciones ambientales exteriores.
Otra de las ventajas es la rapidez con la que los edificios se construyen, ya que el robot puede estar trabajando día y noche. Los tiempos que se barajan en estos momentos están entre las 24 y las 28 horas. De momento se pueden fabricar solamente muros, pero sí que hay empresas que ya están incorporando robots para embeber en obra los sistemas de carpinterías, por ejemplo:
El número de operarios también es reducido. Normalmente se cuenta con de 4 a 6 personas, repartidas entre la correcta ejecución y el interfaz donde están los planos. Además, no se necesitan potentes aplicaciones ni ordenadores para ejecutar. Las viviendas 3D pueden construirse desde una tablet, simplemente ;-).
Ya por último pero no menos importante, tiene que ver con la sostenibilidad. Una gran ventaja de las viviendas 3D consiste en una gran reducción del consumo de materias primas y la generación de desperdicios, hasta un 60% menos con respecto a la manera artesanal. Este ahorro también significa una reducción de las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera y el vertido de sustancias peligrosas al substrato. Y, por supuesto, este sector está con continua evolución en cuanto a materiales, optando por la posibilidad de utilizar materiales reciclados como materia prima constructiva.
¿Qué necesitamos para construir viviendas 3D? Lo primero de todo, está claro, una tecnología que se apoye principalmente en tener impresoras potentes que construyan con la mayor rapidez posible. Ahora mismo existen diferentes compañías repartidas por el mundo, que invierten en desarrollar este tipo de robots. Y cada robot tiene su método de construcción diferente: los hay que son capaces de imprimir varias «hojas» de material, otros que imprimen muros espaciales (triangulados y menos masivos para ahorrar material), etc. La clave es imprimir lo más rápido posible (mejor si está dentro de las 24 horas) y con el menor uso de material.
La impresión de viviendas 3D emplea lógicamente material de construcción masivo. Para ello tenemos diferentes opciones actualmente: