

El uso de contraventanas en un edificio o vivienda puede estar relacionado con diferentes objetivos del proyecto. Por un lado, estos sistemas aportan estética, ayudan a “adornar” la fachada de una construcción pero, lo más importante, aportan seguridad, aislamiento y protegen la ventana. Pese a que en nuestro imaginario las contraventanas suelen estar ligadas a un determinado tipo de viviendas (casas en la montaña o viviendas isleñas), lo cierto es que sus diferentes opciones de diseño hacen que puedan adaptarse a cualquier tipo de proyecto.
Como ocurre con las ventanas, si nos decidimos a incorporar contraventanas a nuestro proyecto es importante que ofrezcan buenas prestaciones, que sean duraderas y requieran un mantenimiento mínimo. A lo largo de este artículo veremos qué ventajas tiene su uso y cuáles son los diferentes sistemas de contraventanas que podemos encontrar en el mercado.
En general las ventajas son muy similares a las de las persianas. La gran diferencia que podríamos destacar es que permiten la apertura o cierre de una sola hoja, dejando que por la otra pase la luz, el aire, etc.
El uso de contraventanas aporta:
– Intimidad y discreción: el cierre de la contraventana permite aislar la vivienda del exterior. Además, si hacemos uso de sistemas con lamas móviles podremos controlar el paso de luz a nuestro gusto.
– Estética: en la actualidad los diferentes acabados y colores que ofrecen las contraventanas de PVC hacen que tengamos un mundo de posibilidad a nuestro alcance. Su uso aporta estética y personalidad a la fachada.
– Aislamiento acústico y térmico: las contraventanas no dejan de ser un elemento más que ejerce de barrera entre el interior y el exterior de una vivienda, por lo que repercutirán directamente en el aislamiento tanto térmico como acústico. Como ocurre con las ventanas, en esto influirá mucho el material escogido, que sea aislante (PVC) y no conductor.
– Protección y seguridad: instalar contraventanas no deja de ser incluir una barrera más entre el interior de una vivienda y el exterior. Esa barrera extra ofrece protección frente a las condiciones climatológicas (viento, lluvia…) y también ante posibles robos.
Una vez hemos decidido dotar de una dosis extra de estética a nuestro proyecto e instalar contraventanas, tendremos que decidir entre los diferentes sistemas y opciones que existen. Las contraventanas pueden ser exteriores, también llamadas mallorquinas; o interiores, conocidas como fraileros.
En el caso de KÖMMERLING existen diferentes opciones de contraventanas exteriores:
– Sistema Grado: es un sistema de apertura plegable que aporta un toque rústico a la fachada. Está disponible en múltiples opciones de color y acabados, además ofrece un gran nivel de oscuridad a la estancia.
– Sistema Líder: este tipo de contraventanas están formadas por lamas fijas y móviles de formas redondeadas. También ofrece la posibilidad de fabricarse con un único panel, aportando una protección total.
También podemos elegir el sistema de contraventana interior:
– Sistema Frailero: va instalada en la parte interior del cerramiento, permitiendo controlar la cantidad de luz que pasa sin necesidad de persiana y sin abrir las ventanas y/o puertas.
En general, lo bueno de las contraventanas fabricadas con sistemas KÖMMERLING es que están compuestas de PVC, un material aislante, duradero y que apenas requiere de mantenimiento.