

La Fábrica del Sol es un edificio modernista situado cerca de la playa de Barcelona que fue diseñado por el arquitecto Josep Domènech i Estapà en el año 1907. Antiguamente albergaba las oficinas de la fábrica Catalana de Gas. Actualmente el edificio es propiedad del Ayuntamiento de Barcelona y ofrece a la ciudadanía una serie de servicios y acciones educativas que tienen el objetivo de hacer de Barcelona una ciudad más sostenible.
“Aparte de ser un edificio construido con criterios ecológicos, es un edificio que contribuye a la sensibilización de la población barcelonesa. Tiene varios espacios para explicar por qué el edificio es un referente en sostenibilidad”, explica Chiara Monterotti, la evaluadora acreditada de VERDE que llevó a cabo el proceso de certificación de La Fábrica del Sol.
Se trata de un edificio de 2 plantas. La primera está abierta al público y está destinada a actividades de interacción y sensibilización medioambiental. Cuenta con una museografía donde se explican temas relacionados con la ecología urbana, un servicio de documentación para la educación medioambiental y un ateneo de fabricación digital donde las personas pueden ir y fabricar sus propios objetos.
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El edificio ha sido rehabilitado en tres ocasiones por Toni Solanas, arquitecto implicado desde hace muchos años en la edificación sostenible. Las primeras dos rehabilitaciones tuvieron lugar en los años 2000 y 2010, pero no pudieron terminarse por falta de recursos. No fue hasta la última, en el año 2016, juntamente con el arquitecto Julio López del despacho de arquitectura Betarq, cuando se decidió certificar el edificio con VERDE.
«Hemos tenido la suerte de que, en las tres etapas, todos los actores estaban involucrados y deseando que así fuese”, afirma el arquitecto Toni Solanas, y es que antes de la última rehabilitación, se llevó a cabo un proceso participativo en el cual se habló con expertos y no tan expertos para que hicieran sus propuestas sobre lo que esperaban del edificio tras ser rehabilitado.
A nivel de energía, La Fábrica del Sol tiene un patio interior que garantiza la ventilación cruzada y la iluminación de todas las estancias. Sus paredes están cubiertas de vegetación, lo cual influye en la calidad del aire en el interior y el exterior del edificio. La cara interior del edificio está aislada con 6 centímetros de corcho y las ventanas tienen persianas para evitar la entrada excesiva de radiación solar.
Además, el edificio cuenta con una chimenea solar que activa la ventilación en el interior del edificio de forma natural. Su color negro aumenta la acción del sol al calentarla en verano y provoca la circulación del aire sin necesidad de utilizar mecanismos activos.
El primer paso para certificar un edificio con VERDE es ponerse en contacto con un/a evaluador/a acreditado/a. Lo ideal es hacerlo ya desde la fase de diseño, antes de iniciar el proceso de ejecución, para que te pueda informar, acompañar y asesorar durante todo el proceso.
Una vez está el proyecto ejecutado, el evaluador acreditado hace una primera evaluación del edificio, teniendo en cuenta los siguientes criterios: dónde se encuentra el edificio, la calidad ambiental interior (aire, luz, ruido, confort), la gestión de los recursos (energía, agua, materiales), la integración social (accesibilidad, formación, comunicación) y la calidad técnica del edificio (monitorización, documentación, mantenimiento).
Cuando está realizada la evaluación, pasaríamos al registro junto con la precertificación. El registro se hace a través de la página web de GBCe, rellenando un formulario con datos acerca del edificio como el emplazamiento, la superficie construida, el tipo de inmueble, la localización, etc.
Tras ser registrado, se da acceso al evaluador acreditado a la plataforma de certificación: un lugar interno de GBCe donde irá compartiendo los documentos justificativos, asegurándose de que se cumplen todos los criterios y parámetros para adquirir la precertificación.
Cuando el evaluador comunica a GBCe que ya está aportada toda la documentación necesaria para justificar el cumplimiento de todos los criterios, se realiza la supervisión técnica de la evaluación realizada y se comunican los resultados preliminares al solicitante y plazo para la presentación de documentación adicional de mejora, de ser necesario.
Durante la ejecución de la obra, el evaluador acreditado realiza el seguimiento de los aspectos relacionados con la sostenibilidad que se han evaluado en la precertificación para recoger las evidencias documentales necesarias para realizar la certificación de la obra terminada.
Una vez terminada la obra, se pasará a la certificación definitiva. Para ello, se informará del inicio del proceso a GBCe. Se abonarán las tarifas correspondientes de certificación y se adjuntarán los documentos justificativos de la evaluación y la herramienta a la plataforma interna de certificación.
Se realizará la supervisión técnica comunicando los resultados preliminares al solicitante y plazo para la presentación de la documentación adicional de mejora, si fuera necesario.
Una vez aceptada la evaluación, GBCe otorga la certificación. Esta será enviada en formato PDF tanto al evaluador acreditado como al promotor del edificio y la copia original en papel se remitirá al promotor del edificio. También existe la posibilidad de enviar una placa para colocarla en el edificio.
Desde el momento en el que el promotor decide certificar su edificio con VERDE y se pone en contacto con GBCe o con un evaluador acreditado, establecemos un contacto muy cercano y directo para las cuestiones técnicas que le puedan surgir. A lo largo de todo el proceso, nuestros evaluadores reciben la asesoría por parte de los técnicos de GBCe de forma directa y rápida. A través de la plataforma de certificación, los evaluadores tienen a su alcance la información que necesitan para realizar la evaluación, otra información de interés y foros para poder compartir su experiencia y dudas con todos los evaluadores, o directamente con GBCe.
“La reforma de la Fábrica del Sol fue compleja por el gran abanico de intervenciones que se hicieron y la cantidad de actores que intervinieron”, sostiene Chiara. “Aparte del uso de materiales sostenibles y la calidad energética del edificio, se ha ido más allá con el tema del aprovechamiento del agua con su cubierta aljibe o la purificación del aire a través de la vegetación autóctona que se ha plantado en el patio”. En efecto, son todo innovaciones muy importantes que derivan de la bioconstrucción, y hacen del edificio un referente en arquitectura sostenible.
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