

Siempre estamos hablando de los materiales o de las condiciones más idóneas para construir un edificio o nuestro nuevo hogar, pero ¿Qué pasa con la casa de nuestra mascota? Para los amantes de los animales su perro tiende a ser un miembro más de la familia, y por ello, quieren que el lugar en el que vayan a vivir esté perfectamente adaptado a las necesidades de su pequeño amigo. Hay quienes se esfuerzan tanto en ello, que construyen verdaderas obras de arte o mansiones, en las que hasta un humano desearía vivir.
Al construir una caseta para el perro lo primero que hay que tener en cuenta es el espacio del que disponemos, ya que este tipo de “construcciones” en un piso no tienen mucho sentido. Una vez sepamos de cuánto espacio disponemos podremos empezar a pensar en su diseño y en los materiales que vamos a necesitar. Hay que tener en cuenta algunos factores importantes, como el clima de nuestra región, ya que de eso dependerá la elección de unos materiales u otros, y la orientación de la caseta (para aprovechar al máximo los recursos naturales).
Antes de embarcarse en este tipo de proyectos hay que ser realistas y conscientes de la raza de nuestra mascota, ya que no todos los perros pueden dormir en el exterior. Por lo general son las razas más fuertes y con mayor pelaje las idóneas para poder estar en una caseta en el jardín, sin pasar frío.
Al escoger una caseta para nuestro perro tenemos dos opciones, comprar una de las que ya venden hechas o construirla nosotros mismos, esto dependerá de la creatividad y las ganas que tengamos de ponernos a trabajar. Principalmente hay dos opciones: de plástico o de madera (también hay quienes se atreven a construirla de ladrillo). El plástico es posiblemente el material más sencillo de limpiar y con el que mantener alejadas las bacterias y microbios de nuestro animal, una buena opción ante las bajas temperaturas. Por su parte, las casetas de madera nos permiten ser más creativos a la hora de construirlas nosotros mismos y, además es un material que transpira muy bien frente a las altas temperaturas del verano.
Escojamos un material u otro, es importante asentar nuestra caseta sobre una buena base hecha de hormigón, ya que eso ayudará a aislarla de la humedad del terreno. Tampoco hay que dejarse llevar por la ostentosidad, siendo mejor adecuar el tamaño de la caseta al de nuestro perro, ya que si nos empeñamos en hacerla excesivamente grande será un espacio mucho más difícil de calentar en invierno. Por último, no hay que olvidarse de los complementos, como incorporar una pequeña colchoneta para que el animal no se tumbe directamente sobre el suelo, o utilizar puertas o ventanas que ayuden a adaptar la caseta a las diferentes estaciones del año.
Conscientes del papel tan importante que tienen las mascotas en la sociedad actual para muchas familias, la empresa Hecate Verona ha decidido construir casas de lujo para perros. Disponen de cuatro modelos diferentes (incluido uno denominado “Palacio Español”), construidos con madera, mármol y doble cristal. Las cuatro versiones cuentan con dos espacios interiores, una habitación para dormir y una sala de estar. En la construcción de estas casas se cuida hasta el mínimo detalle, estando compuestas por más de mil piezas cada una, alcanzando las tres mil piezas la más grande.
Lo más sorprendente es que estas casas cuentan con el sistema Smart Home, con el que se puede controlar la iluminación, la temperatura, la dosificación del pienso o el agua, e incluso comunicarte con tu perro a través de un micrófono. Lo que tampoco deja indiferente es el precio, ya que la mansión más económica puede adquirirse por 33.550 euros, llegando a superar los 100.000 euros según las características que elija el cliente.