

La sede del BBVA en Las Tablas es una auténtica ciudad, un complejo de 114.000 m² con tecnología punta que asegura la comodidad de los trabajadores y la defendida eficiencia energética del grupo.
El proyecto de Herzog y de Meuron es ya conocido por todos los españoles como la Vela, gracias a la estrecha torre que se levanta entre varios volúmenes muy horizontales con sinuosas cubiertas vegetales.
El espacio de trabajo se reparte en 7 edificios de tres alturas que alojarán a 6.000 empleados con todo tipo de servicios como guardería para los niños, tintorería, zona comercial, gimnasio con piscina o zona de fisioterapia. Se aseguran demás las vistas exteriores para todo el mundo.
El volumen principal (la vela) cuenta con sólo 93 metros de altura y 19 plantas, aunque su morfología le da una entidad mayor. Al parecer, para conseguir esta forma redondeada han sido necesarios hasta 35 radios diferentes en el contorno del edificio.
Tecnología a la orden del día
El acceso se realiza con huella dactilar, aplicaciones móviles te informan del estado del tráfico en las inmediaciones de la «ciudad» y de las plazas libres en el aparcamiento, con sincronización de datos continua para evitar que se desperdicie una plaza de garage cuando un empleado no asistirá a trabajar.
Las salas de reuniones se reservan con códigos QR y se dispondrá de conexión a WiFi en todos los rincones para que cada uno trabaje donde le convenga en cada momento.
Esto se lleva a todos niveles, digitalizando al máximo el funcionamiento de la oficina de manera que se ha incluso reducido el número de impresoras notablemente, por preveer un descenso brutal en el consumo de papel (hablan de kilómetros al año).
Eficiencia energética
El banco defiende que su ciudad consume un 60% de la energía que consumiría una gemela peor diseñada, y que la totalidad del suministro de la ciudad será electricidad proveniente de fuentes renovables. El complejo cuenta con instalaciones de energía geotérmica y paneles solares. Además, se han seleccionado materiales de bajo impacto ambiental como madera certificada por FSC o el hormigón con acero reciclado.
La «vela» propiamente dicha estaba originalmente orientada a este-oeste y fue girada 90º para mejorar su comportamiento térmico. Las fachadas de vidrio llevan argón en la cámara, lo que reduce considerablemente su transmitancia térmica. Las fachadas más expuestas a la radiación solar se protegen con lamas fijas de longitudes entre 1,70 y 10 metros.
Iluminación y climatización se regulan por un sistema BMS (Building Management System) para adaptar el gasto a las necesidades. Todos los equipos son de alta eficiencia, y las luminarias LEDs, que permiten un ahorro de hasta el 40%.
Por otra parte, el proyecto debía aprovechar todo lo construido en la parcela antes de ser adquirida por BBVA, básicamente, el aparcamiento subterráneo. Se han introducido otras estrategias como la utilización del agua de lluvia.
Por supuesto, el edificio está en proceso de evaluación para obtener la certificación LEED.
Como siempre, estas medidas mejoran el confort interior: la fachada, además de muy estanca térmicamente, lo es también acústicamente. Al parecer los niveles de ruido registrados en la zona alcanzan los 45 dB, mientras que ahora se puede trabajar cómodamente en el interior.
Diseño y democratización del espacio
La distribución es absolutamente abierta: desaparecen los despachos para favorecer el trato y la comunicación entre los trabajadores. Los espacios abiertos son amplios, diáfanos, luminosos y relajantes. El wifi favorece el movimiento de los empleados por el interior.
Incluso el mobiliario está pensado para servir al usuario. Se cuenta en el interior con modernos sillones «fonoabsorbent«, que proporcionan un poco de intimidad a los usuarios.
Los espacios exteriores son a su vez muy agradables, con paseos empedrados, vegetación, fuentes y todo tipo de mobiliario urbano. Algunas enredaderas estratégicamente situadas proporcionan sombra al interior en los meses de calor mientras que se pelan para dejar pasar la luz solar en invierno.
El espacio público principal del conjunto se encuentra bajo la «vela», donde encontramos una plaza de 100 metros de diámetro de acceso libre, representación de la nueva filosofía de trabajo del banco.
Fuente imágenes: elmundo.es | BBVA