

La imagen del momento es la de la inquieta Manhattan con la nueva ocurrencia de un estudio de arquitectura ambicioso. Se trata de The Big Bend, un rascacielos aún en proyecto que pretende dar una solución novedosa al problema de la vivienda y la densidad en las grandes ciudades.
La solución de Oiio Studio, una firma con estudio en Atenas y en Nueva York, intenta utilizar los vacíos legales para esquivar las limitaciones de altura en la Gran Manzana, haciendo un edificio que se dobla. “Si logramos doblar nuestra estructura en lugar de doblar las reglas de zonificación de Nueva York, podríamos crear uno de los edificios más prestigiosos de Manhattan. El edificio más alto del mundo” dicen los arquitectos.
No es un caso aislado: los promotores están recurriendo a distintos trucos para aprovechar el tirón de la vivienda de lujo en rascacielos de prestigio en Manhattan, un sector en auge con unas cifras de beneficio de vértigo.
The Big Bend tendría 1.230 metros de largo, lo que lo convierte en la torre más larga del mundo, aunque lo de alta es cuestionable, puesto que no son plantas en vertical, sino formando una U en altura. El Burj Khalifa, actual torre más alta del mundo, tiene 828 metros.
La idea es mantener la idea de la extrusión continua del edificio como si fuera un rascacielos al uso. El ascensor, por ejemplo, estaría diseñado para poder discurrir por curvas y conectar todo el edificio con un solo recorrido.
Cierto es que necesitamos nuevas soluciones y formas para abordar el problema de la superpoblación mundial y el éxodo de las zonas rurales a las cada vez más grandes ciudades. La legislación de Nueva York (como muchas otras) se ha vuelto tan estricta para proteger los valores del urbanismo de la urbe, que con la situación actual, la mayoría de los icónicos edificios del siglo pasado no podrían haberse levantado, según dicen. No sabemos por dónde irá el futuro de la arquitectura residencial y esto parece más una parodia que un proyecto, pero grandes problemas necesitan grandes soluciones y todo empieza por pensar fuera de lo evidente.