

Con el paso de los años la relación de retroalimentación entre la arquitectura y la moda ha ido a más, siendo evidente las numerosas similitudes entre ambas. Son dos artes que parten de una idea y que utilizan un proceso muy similar de desarrollo: un boceto, unas medidas concretas e ir jugando con los volúmenes y proporciones. Ambas disciplinas dan una gran importancia a los colores y hacen uso de diferentes materiales, consiguiendo acaparar la atención visual.
Tanto la moda como la arquitectura se elaboran y crecen guiadas por las tendencias, existiendo una gran diferencia entre ambas, y es que mientras que la moda está en continuo cambio, la arquitectura es un arte que tiende a perdurar en el tiempo. Ambas son disciplinas que comunican, ya que cómo vestimos y dónde vivimos habla de quiénes somos y cómo, aportando un valor diferenciador.
Son varios los diseñadores que antes de triunfar en el mundo de la moda optaron por estudiar arquitectura, como ha sido el caso de Paco Rabanne o Gianni Versace. En el caso de Rabanne, el diseñador ha sido pionero en el uso de materiales muy diversos para sus creaciones, aplicando así su formación como arquitecto. Hijo de la jefa de costura de Balenciaga, Rabanne utilizó plásticos, metales y aluminios en sus vestidos.
El diseñador vasco fue considerado el primer arquitecto de la moda, apostando por la geometría y las líneas simples en sus diseños. “Un buen modisto debe ser arquitecto para los patrones, escultor para la forma y pintor para los dibujos”, decía él mismo sobre su profesión. Balenciaga rompió con la imagen encorsetada de la mujer y dotó sus diseños de volúmenes y costuras invisibles, como si de esculturas se tratasen.
Una tendencia que ha seguido evolucionando hasta nuestros días, destacando la figura de Hussein Chalayan, diseñador turco que ha asegurado tener entre sus referentes a arquitectos como Zaha Hadid. Prueba de ello son sus diseños, en los que utiliza mesas que acaban convirtiéndose en vestidos o hace uso de las últimas tecnologías, como un vestido que brilla con 1.500 luces LED.
Estos no son los únicos casos en los que la arquitectura ha influido en la moda, ya que solo hay que pensar en la arquitectura griega u oriental para visualizar en nuestra mente todo tipo de prendas inspiradas en esos movimientos.