

La propuesta sostenible presentada por los arquitectos Diller Scofidio + Renfro, junto con b720-Fermín Vázquez y los paisajistas Gustafson Porter + Bowman está en fase de desarrollo. Renazca quiere ser modelo de espacio público para el siglo 21, un nuevo salón abierto a los madrileños.
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La idea de AZCA surgió en 1954 como propuesta para una nueva ubicación de las finanzas y el comercio madrileño con el objetivo de descongestionar la intensa actividad del centro histórico de la capital. El concepto del proyecto urbanístico quiso seguir el modelo americano de centro corporativo como el Rockefeller Center de Nueva York. Finalmente se realizaron las obras de urbanización y construcción, aunque con una configuración algo diferente al proyecto original.
Tras la culminación constructiva y urbanística del complejo, empezaron a generarse problemas de inseguridad ciudadana y poca habitabilidad de los espacios verdes: la prioridad excesiva dada a los pasos para vehículos rodados y la multitud de desniveles y pasadizos peatonales había provocado reuniones nocturnas de pandillas y la ocupación de los locales por pubs.
El complejo AZCA saca pecho en cuanto a arquitectura contemporánea y no es de extrañar: en la manzana se ubican edificios tan importantes como las Torres:
Según el estudio realizado por la consultora CBRE (Living loving Madrid Tetuán), el distrito donde se ubica AZCA, Tetuán, tiene actualmente un mínimo ratio de zonas verdes por habitante (2m2), con una población relativamente joven (el 40% tiene entre 30 y 50 años) con tendencia al teletrabajo y, a pesar de ello, con una dedicación de espacios principalmente al transporte motorizado, en detrimento del peatón y la bicicleta. Ante este panorama urbano, es evidente que el distrito necesita medidas urgentes de mejora urbanística.
En cuanto a la zona de AZCA, es una de las más transitadas en los días de trabajo semanales, ya que unas 25.000 personas trabajan en los edificios que componen este enorme océano urbano. Grandes empresas como BBVA, HSBC, Merlin Properties, GMP, Generali o Google tienen oficinas en AZCA.
Pero lamentablemente, cuando la noche o el fin de semana caen, AZCA se transforma: los pasajes laberínticos y los desniveles son caldo de cultivo de botellones, discotecas ilegales y peleas. Digamos que da la sensación de que AZCA está compuesta por un conjunto de edificios «isla» desconectados entre sí, entre los cuales hay numerosos espacios propicios para la inseguridad ciudadana. Este es el punto de partida del proyecto Renazca.
Con el lema «recuperemos el corazón de Madrid, hagamos latir de nuevo el corazón de AZCA», los principales propietarios de los inmuebles de AZCA se asociaron con la intención de transformar radicalmente la zona: su intención es que el complejo se incorpore a la red de espacios verdes de Madrid y que sirva de antesala al plan Madrid Nuevo Norte.
El objetivo de la iniciativa Renazca es aumentar considerablemente los espacios vegetales en Tetuán y fomentar el uso real del complejo por los madrileños. Para ello seleccionaron la propuesta de los americanos Diller Scofidio + Renfro, en su asociación con el arquitecto español Fermín Vázquez y los paisajistas británicos Gustafson Porter + Bowman. En la defensa de su proyecto, Elisabeth Diller comentó que «el proyecto de rehabilitar esta zona de Azca parece casi imposible, y eso es lo que nos resulta más atractivo. El mundo ha cambiado mucho desde que se construyó Azca, se concibió para la cultura de los coches, algo que ya no es coherente con los nuevos entornos urbanos que se piensan más como zonas peatonales».
La nueva zona AZCA estará compuesta por cuatro pilares fundamentales:
Como apunte final, la iniciativa de Renazca me recuerda bastante en objetivos y programación al proyecto Madrid Río. Esta zona pasó de estar degradada, rodeada de coches y con espacios residuales sin uso a ser uno de los referentes de paseo y disfrute de todos los madrileños. ¡Esperemos que AZCA tenga el mismo éxito!