

La biotectura o bio arquitectura no es ninguna modalidad de arquitectura nueva, sino una disciplina que se lleva desarrollando desde el principio de los tiempos, cuando se utilizaban las cuevas y los elementos de la naturaleza para vivir en ellos. Siguiendo esta línea, la biotectura consiste en construir viviendas completamente integradas en el ecosistema y hechas a partir de materiales reciclados. Un movimiento que empezó de la mano de Michael Reynolds, un arquitecto mexicano que quiso romper moldes en la arquitectura y crear casas autosuficientes a partir de materiales reciclados o naturales.
Esta idea de arquitectura va mucho más allá, ya que no solo tiene en cuenta el terreno o la procedencia de los materiales, sino que recurre a teorías chinas como el feng shui para distribuir y construir los diferentes espacios según la energía. Además, deja a un lado las formas afiladas o extravagantes para centrarse en formas redondeadas, similares a las que podemos encontrar en la naturaleza. Este tipo de casas se pueden construir en cualquier lugar del mundo, solo se necesita hacer un estudio previo del terreno, para finalmente, conseguir una perfecta armonía con el medio ambiente.
En su meta de construir sosteniblemente, Michael Reynolds desarrolló las Earthship (embarcaciones de tierra), que no son otra cosa que casas pasivas hechas con materiales naturales o reciclados. Viviendas que se autoabastecen de energía a través de los rayos del sol y la energía eólica, y se construyen de manera modular adaptándose a las necesidades de cada individuo.
Hay una serie de parámetros sobre los que se construyen las Earthship y que permiten que sean casas autosuficientes. Utilizan la energía fotovoltaica y eólica para generar la electricidad necesaria y conseguir que los enchufes funcionen. Además, se utilizan sistemas con los que poder aprovechar al máximo el agua de la lluvia y conseguir el auto cultivo de alimentos, depurando las aguas residuales mediante un biodigestor.
En cuanto a los materiales se utiliza tierra, ramas, troncos y demás elementos de la naturaleza, así como botellas de vidrio y plástico, neumáticos, y cualquier objeto que se pueda reutilizar. Por lo general son materiales resistentes, económicos y que están al alcance de cualquier ciudadano. Estas características hacen que sea sencillo construir este tipo de viviendas en las zonas más pobres o deshabitadas.