

Durante la realización del webinar sobre IPD de la Escuela Reto KÖMMERLING, surgieron algunas preguntas que Ismael Martínez, ponente de la formación, fue respondiendo. Dado que los contratos colaborativos (IPD) están en pleno proceso de implementación en nuestro país, todavía existen muchas dudas y falta de información sobre ellos. Aquí recopilamos las preguntas y respuestas sobre IPD que surgieron durante la sesión, pero si tenéis otras preguntas podéis dejarlas en los comentarios.
Índice
Todo cambio es difícil. Hay mucha resistencia a cualquier cambio, pero estamos viendo en este último año un acercamiento por parte de todos los agentes, ya sea el promotor, la constructora o los técnicos. Eso es sorprendente. Lo que nos falta es que se generen oportunidades para que pasemos de experiencias puntuales a experiencias generalizadas, que podamos empezar a compartir experiencias y datos como lo tienen en otros ámbitos.
Cualquier cambio genera o necesita de un aprendizaje. Es un tema de actitud personal, por eso es muy importante la selección de los participantes clave al principio del proceso. No todo el mundo va a estar dispuesto a esas concesiones, hay equipos que prefieren seguir trabajando de una manera más autónoma. Es necesario que exista un compromiso para participar en este tipo de procesos, entendiendo lo que esto quiere decir y la concesiones que habrá que hacer a cambio de un proceso que ofrece muchas mejoras.
Sí, sí se ha implantado en México. No tengo referencias aquí, pero sé que se ha implantado en algún proyecto porque lo hemos comentado en la oficina.
En España hay más iniciativas que están implantando IPD, solemos coincidir en las conferencias y en este tipo de foros. Nos conocemos e intercambiamos la información que tenemos. En estos momentos hay como 4 o 5 iniciativas y algún experto, pero realmente que se hayan terminado proyectos con IPD (completo o no completo) hay muy poquitos. Para interpretar que un IPD se está realizando en su máxima expresión habría que poder implementar en el contrato una cláusula que dice que los agentes renuncian a denunciarse unos a otros en ningún caso. Cuando se consiga eso tendremos un IPD completo, ese es el auténtico contrato de confianza.
La subcontratación se trata de la misma forma que siempre, la única cuestión es que las contrataciones que sean estratégicas por el peso del proyecto hay que negociarlas para incorporarlas a un anexo que se vincule al contrato IPD, con lo que eso conlleva. Por eso no todas las subcontratas van a aceptarlo y hay un proceso de búsqueda y negociación necesario. Es una cuestión de explicar bien cuáles son los riesgos de cada uno de los agentes que se incorporan a esos anexos y todos los beneficios.
Esto es esencial. La parte de los honorarios es más opaca y tiene que ser así, no es necesario conocer la parte interna de las empresas, pero sí es importante que las contingencias sean transparentes. No puede haber intermediación en las cifras que se ponen encima de la mesa, deben estar justificadas y contrastadas para decidir la mejor opción.
Esto es algo más complejo, pero sí hay interés en poder implementarlo en iniciativas públicas. Esto daría para otro webinar.
Se negocian unos honorarios que están basados en el alcance del proyecto, esos son los honorarios que cada uno de los agentes del proyecto debe negociar (lo que cubre sus gastos más lo que considera que debe ganar, su beneficio industrial). Una vez decidido eso cada uno de los agentes decide qué parte de sus honorarios quiere incorporar a esa pool risk. Esa parte también se negocia y se realizan dos rondas, una personal y una colectiva en la que se ve que el compromiso de todos los agentes es similar.
Si tras las preguntas y respuestas sobre IPD que se realizaron andáis algo perdidos, os recomendamos que visualicéis el webinar completo, podéis acceder a él aquí y entender muchos de los conceptos que se mencionan en las cuestiones.