

Un arquitecto, con ingenio y presupuesto, puede crear auténticas maravillas y obras maestras. Las únicas cosas que ni todo el oro del mundo podrán cambiar son el lugar y las orientaciones. Por eso es tan importante escoger una orientación adecuada y, en una vivienda además, asociar cada orientación a la estancia que más le beneficie.
Lo primero es conocer las características intrínsecas de cada orientación:
Poco sol, con vientos invernales fríos. Genera lugares fríos y sombríos, muy extremos en invierno y refrescantes en verano. La ventaja es que genera una luz constante y muy uniforme que permite unos grandes ventanales para conseguir una estupenda iluminación natural difusa ideal para zonas de trabajo.
Es una orientación idónea para las cocinas y máquinas de refrigeración, despensas y cavas de vinos; garaje y talleres de bricolaje y jardinería. También es muy útil para bibliotecas y zonas de lectura.
Este:
Su principal cualidad es que el Sol siempre sale por oriente, lo que condiciona un profundo asoleo por la mañana, con un calentamiento progresivo en verano pero frío en general en los inviernos.
En una vivienda, es la orientación idónea para ubicar los dormitorios para levantarte con la luz del sol. También los baños ya que siempre estarán mas cálidos e iluminados en las horas de aseo. Ideal para una zona de desayuno y cualquier actividad que tenga lugar por la mañana.
Sur:
Quizá la fachada mas valiosa por el alto contenido calorífico y luminoso que contiene. El exceso de Sol siempre se puede combatir de diversas maneras, con los conocimientos de un buen arquitecto. Siempre recibe luz solar con el punto más alto al mediodía y con un profundo asoleo en invierno, siempre muy confortable. Con diferentes protecciones solares como toldos, marquesinas, retranqueos y vegetación se puede controlar la incidencia de rayos solares.
El Sur es la zona noble de una vivienda. Salones y cuartos de estar deben de estar mirando a esta orientación. Porches y terrazas protegen a la vez que permiten disfrutar. Piscinas y solarium son imprescindibles para captar el máximo de horas de Sol.
Oeste:
Poniente posee un asoleo profundo al atardecer aunque resulta muy caluroso y deslumbrante en verano. Es un buen lugar para plantar árboles ya que crecen cómodamente en esta orientación y protegen a los habitantes de las viviendas del excesivo sol al caer el día.
Como muchas veces el espacio con orientación Sur no es suficiente para albergar todo el programa, podemos recurrir al oeste para zonas menos nobles como tendederos, cajas de escalera y pasillos. También son adecuadas las salas cuyas actividades principales se vayan a desarrollar en la tarde como los cuartos de juegos, de música o de televisión.
Observamos que una mala orientación se arrastrará toda la vida y a nadie le gustará tener un frío salón mirando al norte, o cocinar con el calor de la orientación Sur. Por eso debemos tener en cuenta cosas tan elementales de nuestro hábitat para mejorar nuestras construcciones. Recordemos que las más antiguas civilizaciones era lo primero que tenían en cuenta a la hora de construir.