

Zaha Hadid Architects aborda el alojamiento de lujo en uno de los paraísos playeros mundiales con un proyecto sostenible.
Riviera Maya recibe millones de visitantes al año, por lo que la gestión del turismo influye en gran medida en la conservación y supervivencia de las especies de este entorno privilegiado. Es responsabilidad del arquitecto colaborar en asegurar el disfrute del usuario sin comprometer el futuro del ecosistema, y así lo han enfocado los integrantes de Zaha Hadid.
Alai se ubica en el emplazamiento de un proyecto de hotel que nunca se terminó de levantar; pero, aunque no lo parezca, no es como los resort habituales en la zona.
La intervención parece grande, pero se limita a un 7 % de la superficie total de la parcela ocupada por la huella: los edificios se apoyan casi impercetiblemente en el suelo y las pasarelas suspendidas aseguran el recorrido controlado e inofensivo de los visitantes en la zona dedicada a la proliferación de las especies locales que constituye el resto del complejo. El impacto sobre el terreno es mínimo gracias a un planteamiento en altura bastante imponente, pero que consigue mantener el plano de la selva relativamente libre.
La elevación del volumen construido crea una relación inusual entre las habitaciones y las copas de los árboles y favorece la circulación de aire en el interior; y los 9 metros de altura libre bajo la construcción aseguran que la vida de la selva no se interrumpa. Por supuesto, las vistas son increíbles tanto hacia la jungla como hacia la costa. Todas las conexiones entre edificios también vuelan.
La fachada lleva una piel exterior perforada que tamiza la entrada de radiación solar, asegurando la entrada de luz natural y todas las habitaciones cuentan con una terraza. Los patrones provienen de las geometrías típicas de las culturas antiguas de la zona.
El resto de la propiedad se dedicará a la recuperación de la fauna y la flora local a través de reservas de bosque y de humedales y un calendario. El complejo albergará un vivero botánico de especies autóctonas y se llevará a cabo un plan de cultivo de vegetación diseñado en colaboración con el estudio de paisajismo Gross Max. Estas zonas serán, además, una atracción para los visitantes, que mostrarán una forma diferente pero muy eficaz de conocer el entorno.
Fuente imágenes: Plataforma Arquitectura