

El «Energy Carousel» diseñado por el equipo del estudio de arquitectura Ecosistema Urbano es un juego que produce energía con el movimiento de los jugadores. Lo definen como un objeto de juego no convencional, educativo y divertido para todas la edades. El primer prototipo ha sido diseñado para la ciudad de Dordrecht, Holanda.
Consiste en una estructura de tensegrity formada con barras, cuerdas y tejidos con el que los jugadores pueden interactuar colgados, sentados o corriendo.
La energía cinética producida por el giro del dispositivo se almacena en una batería y se suministra posteriormente para iluminar el aparato cuando se va el sol. El sistema es tan simple como el de la dinamo de una bicicleta, pero se manifiesta de una forma más llamativa que alude a la curiosidad infantil y fomenta la experimentación. Además, el color de la luz emitida depende de la cantidad de energía que haya sido acumulada a lo largo del día.
La intención del equipo de arquitectos es doble:
Por un lado, educar en términos de energía a través del juego: «que aprendan sobre métodos alternativos de producción de energía eléctrica a través de su movimiento físico envía un mensaje sobre el potencial de una aproximación al urbanismo más creativa y sostenible«.
Por otro, el uso de materiales eficientes que, además, resaltan la singularidad del diseño del proyecto. La energía producida se captura por medio de la propia estructura y se traslada a la batería enterrada bajo el objeto.