

En las películas, la idea de construir una ciudad flotante siempre ha sido vista como una solución ante una amenaza apocalíptica pero, ¿Podrían convivir este tipo de construcciones con las urbes a las que estamos acostumbrados? Y lo más importante, ¿Es posible construir una ciudad flotante? El Seasteading Institute parece estar convencido de que sí, y en eso vasa su proyecto Artisanópolis.
No solo su construcción genera intriga, sino también su gestión en términos políticos. Al ser construida en medio del mar, ¿Dependerá del país más cercano a esas aguas o sería una ciudad independiente en aguas internacionales? Este es un debate todavía por resolver, aun así, por el momento Artisanópolis pertenecerá a la Polinesia Francesa y será construida en sus aguas.
Con el objetivo de que su construcción esté finalizada para el año 2020, los dos estudios de arquitectura encargados del proyecto, DeltaSync y Blue 21, han realizado una prueba piloto en Rotterdam (Holanda), creando un pabellón flotante formado por varias cápsulas sostenibles. En general, se trata de una idea cada vez más factible y que cuenta con el apoyo de empresarios como Wayne Gramlich (Sillicon Walley) y Patri Friedman (Google).
Como si se tratase de una isla paradisiaca y de lujo, Artisanópolis contará con todo tipo de construcciones y servicios: hoteles, restaurantes, zonas de ocio y, por supuesto, viviendas. Un proyecto bastante ambicioso con un coste inicial de 51 millones de euros, pero que podría llegar a triplicarse. Su diseño constructivo se basa en diferentes plataformas flotantes que podrían ser movidas y cambiadas de sitio. Una especie de ciudad formada por módulos que estaría protegida de los fuertes oleajes y corrientes por un muro circular.
Lo mejor de todo, es que está ciudad capaz de albergar a más de 200 personas, será sostenible. Su construcción contará con paneles solares y molinos eólicos que permitirán su abastecimiento energético. Además, el oleaje y las fuertes mareas también serán aprovechados mediante un sistema de turbinas.
En términos de alimentación, Artisanópolis contará con cultivos hidropónicos que permitirán generar sus propios alimentos. También con desalinizadores que convertirán el agua del mar en agua potable. Tampoco se han olvidado de los desechos, que serán recolectados y transportados a zonas adecuadas para ello.