

Los aeropuertos son la entrada a un país, a una ciudad, a un sentimiento. No tenemos que conformarnos con espacios oscuros que se convierten simplemente en centros comerciales.
La nueva Área Terminal del Aeropuerto internacional de Madrid, actualmente conocido como Adolfo Suarez, tenía un programa de necesidades extenso y muy complejo. La funcionalidad es una premisa esencial en este tipo de proyectos, buscando siempre una defensa del rendimiento energético y sostenible.
El proyecto está compuesto por 6 módulos con funciones deferentes, unidos por una gran cubierta de casi de 56.000m2. Con relaciones transversales, directas entre los diferentes módulos, y longitudinales, con grandes perspectivas cuando desempeñan la misma función. En la separación entre los módulos se abren grandes “focos” de luz natural que permiten iluminar los niveles inferiores del edificio, consiguiendo iluminación natural y como consecuencia una reducción de consumos energéticos. Proporcionando una sensación de confort a todo el espacio.
La obra parte de 3 ideas fundamentales: la cubierta ondulada con un techo ondulante de bambú que acompañan en todo momento a los pasajeros, las columnas en pares, y una gama de colores que va desde el azul oscuro al rojo, pasando por el amarillo, lo que permite diferenciar las distintas zonas de la terminal en su recorrido. El proyecto es concebido como una máquina, sin perder nunca de vista la escala humana.