

Tanto el sector de la construcción como la sociedad están cada vez más concienciados sobre la importancia de construir y habitar espacios saludables. Esta preocupación ha hecho que surjan diferentes certificaciones y estándares, como la certificación LEED o el estándar Passivhaus, que premian factores eficientes y que repercuten en la salud humana. Otro de estos estándares es la certificación Wellnes Real Estate (Well), focalizado en edificios que cuidan de nuestra salud.
Hace poco más de cinco años que el concepto Wellness Real Estate empezó a sonar con fuerza, siendo el resultado de mezclar arquitectura eficiente y hábitos saludables. Un concepto que decidieron estudiar en EEUU y que la empresa Delos materializó, siendo Privalore la primera promotora inmobiliaria en introducirlo en España.
Esta empresa española está especializada en crowdfunding inmobiliario, permitiendo que cualquiera pueda invertir en uno de sus proyectos con un mínimo de 1.000 euros. Lo que hacen es adquirir viviendas que después rehabilitan con acabados Wellness, mejorando el confort y la salubridad de los habitantes de la vivienda.
¿Es este el presente y futuro de la construcción? Lo que está claro es que con las normativas que se instaurarán en 2020, diseñar, construir y vivir eficientemente, reduciendo las emisiones de CO2, será indispensable y necesario. Además, y teniendo en cuenta la cantidad de horas que se pasan en el hogar, seguir estándares pasivos o de bienestar evitarán determinadas enfermedades relacionadas con los edificios.
Para obtener la certificación Well, de la que existen tres niveles diferentes (silver, gold y platinum), se tienen en cuenta siete conceptos clave: aire, agua, nutrición, iluminación, bienestar físico, confort y mente. En torno a estos conceptos se han establecido más de 500 puntos a seguir, cuyo cumplimiento asegura poder disfrutar de una vivienda saludable (y obtener uno de los certificados).
En general, la certificación Well busca poner al servicio de la arquitectura y la construcción los últimos avances tecnológicos, de manera que favorezcan el confort en el hogar. Acciones como evitar materiales dañinos para la salud, incluir sistemas de ventilación que favorezcan la calidad del aire, duchas con difusores de vitamina C, conseguir niveles de ruido bajos, etc.; se tienen en cuenta para poder optar a la certificación. Al final se trata de acciones muy similares a las requeridas en otro tipo de certificaciones, como es el caso de Passivhaus.