

Ante la pregunta de cómo será la casa del futuro las predicciones que podemos obtener son de lo más variopinto: “cuevas urbanas” de treinta metros cuadrados, casas personalizadas en forma de disco o gusano, “rascasuelos”, edificios de un kilómetro de altura, casas rodantes, o vivienda inteligente.
Sin embargo lejos de todo eso, las verdaderas innovaciones se darán en el interior de las viviendas y tendrán su origen en la aplicación de la informática en las mismas, de esta manera en las próximas décadas no nos extrañará hallarnos inmersos en una situación como la que sigue : Entrar en casa y que automáticamente se encienden las luces de las estancias que vamos cruzando, se ponga en marcha el equipo estéreo con la emisora de radio que habitualmente nos tiene informados, desnudarnos en un baño previamente caldeado y colocarnos bajo el chorro de agua templada de la ducha. Mientras, en la cocina, una pantalla colgada en la pared muestra la forma de preparación de un menú sencillo y equilibrado elaborado con ingredientes que contiene la nevera. En toda esta secuencia nadie ha accionado un interruptor ni ha apretado ningún botón. No es magia, es DOMÓTICA o el conjunto de servicios de la vivienda garantizado por sistemas que realizan varias funciones, los cuales pueden estar conectados entre sí y a redes interiores y exteriores de comunicación, gracias a todo lo cual obtenemos un notable ahorro de energía, una eficaz gestión técnica de la vivienda, una buena comunicación con el exterior y un alto nivel de seguridad.
Las posibilidades de la domótica serán o son casi infinitas y permiten un paquete de servicios absolutamente personalizado y adaptado a los habitantes de la casa. La tecnología hará posible que la casa del futuro sea, pues, todo lo cómoda, segura y efectiva que el usuario pueda imaginar y por supuesto pagar.
De manera general, un sistema domótico dispondrá de una red de comunicación y diálogo que permita la interconexión de una serie de equipos a fin de obtener información sobre el entorno doméstico y, basándose en ésta, realizar unas determinadas acciones sobre dicho entorno. Por ello las características fundamentales de este sistema son :
a) Control remoto desde dentro de la vivienda
b) Control remoto desde fuera de la vivienda.
c) Progamabilidad.
d) Acceso a servicios externos.
En definitiva se trataría de un objetivo más de los que antes enumeraba pero dada su importancia he estimado necesario dedicarle todo un apartado, y es que de qué serviría la domótica si el planeta terminara siendo víctima de su propio desarrollo?
El debate entre alta tecnología y ecología, entre edificios artificiales y naturales, entre viviendas inteligentes y urbanistas necios deberá tener en cuenta que la madre naturaleza necesita condiciones muy precisas para poder regenerarse. Además todo ello ya no sólo en base a la satisfacción íntima que produce ponerse del lado de la conservación medioambiental, sino que también, en la mayor parte de los casos, por un interés económico a medio plazo.
Son numerosas las innovaciones que han aparecido en el campo de la construcción tendentes a favorecer el equilibrio natural a la vez que reducen el gasto energético: los captadores solares ,más que rentables a medio plazo, las cubiertas ecológicas que reproducen un microclima natural en la cubierta de los edificios o el ladrillo de termoarcilla con especiales cualidades térmicas. Por todo lo cual no hay excusas para hacer que la vivienda del futuro sea compatible y respetuosa con su entorno natural más inmediato.