

El título por la torre de madera más alta del mundo se está cotizando muy caro. El nuevo aspirante estará en Burdeos y al alcalde le ha gustado tanto la idea, que finalmente levantarán dos torres, una cada lado de la línea de tranvía. Bajo los nombres de Hyperion y Silva, las dos construcciones cambiarán el centro neurálgico de la ciudad.
Hyperion cuenta con 82 viviendas, oficinas y áreas comerciales; alcanzará una altura de 57 metros repartidos en 18 plantas, todo por 51 millones de euros.
La madera es el material principal del edificio, pero se mantiene en el interior para no exponerlo a la intemperie. Las limitaciones mecánicas tradicionales de la madera pasan a la historia posibilitando edificios de gran altura. En este caso, se ha conseguido gracias a la ligereza y la rigidez de la madera contralaminada combinada con la resistencia de la madera laminada encolada y del LVL. Eso sí, como en otros casos que hemos visto en el blog, el núcleo de comunicaciones será de hormigón para aumentar la estabilidad.
Este tipo de edificios abren una nueva liga en la huella de carbono de la edificación al elegir un material que no sólo tiene una energía embebida bajísima, sino que llega a tener un balance negativo de emisiones, como nos contaba Michael Green.
Hyperion tiene 1400 m³ de madera maciza, capaces de almacenar 1000 toneladas de CO2, lo que equivale a la las emisiones generadas en promedio por el consumo energético del edificio en 9 años.
Por otra parte, el uso de la madera tiene un impacto nada desdeñable en el coste del edificio así como en la sencillez de la obra al ser de colocación en seco.
En definitiva, otra de las líneas que han estado siempre asociadas a pequeña edificación rural y que sin embargo es más que capaz de poblar las ciudades con datos revolucionarios de sostenibilidad gracias a la nueva tecnología de tratamientos.