

La Torre se construirá en Dornbirn, Austria, teniendo en cuenta la huella de carbono y el ciclo de vida del edificio al completo. Los objetivos son tan ambiciosos como la superación de los límites presupuestos a la madera,la prefabricación, la reducción de tiempos y la extensión de comportamiento de Passive House a edificios de grandes dimensiones.
La principal particularidad es el uso de la madera como material principal de la estructura, y de los módulos prefabricados que posibilitan el levantamiento de la construcción en la mitad de tiempo que las técnicas tradicionales. Así la Torre pretende alcanzar las 30 plantas de altura, consiguiendo el título del edificio más alto con estructura de madera.
La envolvente consiste en un sistema modular de anclaje de paneles que permite un amplio rango de posibilidades para adaptarse a las preferencias del cliente y alojar determinadas tecnologías relacionadas con los recursos energéticos.
El módulo
La base del módulo de construcción es un entramado de madera que aloja una losa de hormigón armado y los núcleos de comunicación vertical y de instalaciones pueden montarse con madera u hormigón. Esta configuración está pensada para resistir sismos y su respuesta al fuego es mejor que la del metal. Las instalaciones e iluminación se conducen entre las vigas de madera laminada, colocadas para maximizar su carácter estético.
El dimensionado responde a una trama de 1,3 metros para responder a todo tipo de usos como hostelería, oficinas o residencia.
La fachada admite la colocación de paneles solares térmicos, fotovoltaicos o verdes, así como dispositivos de control solar aumentando el abanico de posibles localizaciones para la estandarización del proyecto. Se busca maximizar el potencial de los recursos energéticos, como la radiación solar, la biomasa o la refrigeración pasiva a través de la doble fachada acristalada.