

Las megaciudades se caracterizan por tener una población superior a 10 millones de habitantes, actualmente existen 31 núcleos considerados como tales en el planeta. Tienen una densidad de unos 2000 habitantes/m² y representan el 15% del PIB mundial.
Además de la complejidad de tal densidad poblacional, el reto de estas ciudades está en la organización de los desplazamientos, el transporte y las cadenas de suministro necesarias para abastecer y distribuir los productos de manera masiva.
En vistas a desentrañar esta complicada logísitica para poder desarrollar soluciones que simplifiquen el proceso, el Laboratorio de Logística en Megaciudades del MIT (Massachusets Institute of Technology) ha recopilado datos de barrios representativos de Ciudad de México, Río de Janeiro, Beijing, Santiago, Sao Paulo, Kuala Lumpur, Cambridge y Madrid. Se han limitado en esta primera fase a un kilómetro cuadrado de las zonas céntricas más pobladas de cada urbe; en Madrid, el barrio de Embajadores. La iniciativa está enmarcada en el proyecto Last Mile, dedicado al registro de datos de índole urbana y social.
El trabajo de campo se ha llevado a cabo en colaboración entre los investigadores del Instituto y otros locales de cada ciudad durante el pasado verano de 2013, que hicieron un inventario de todas las tiendas clasificándolas por tipo de mercancías, la infraestructura vial y la normativa de la ciudad en relación con la logística, un registro del tráfico en términos de flujo de vehículos y sus interrupciones causadas por otros vehículos o agentes externos, así como zonas de aparcamiento y carga y descarga. También se realizaron seguimientos de entregas reales, con puntos en el mapa, distancias recorridas, tipos de producto y de transporte utilizado.
Los datos se iban subiendo en tiempo real a una plataforma de internet llamada Km² donde ya se pueden consultar mapas que representan esta información, facilitando su visualización y con los que se puede interactuar.
Esta información podría ser de utilidad a la hora de planificar viales, zonas de aparcamiento y carriles bici. También en la toma de decisiones sobre si prohibir o permitir ciertos vehículos en zonas específicas, o regular el paso de camiones de grandes dimensiones.
Edgar Blanco, del Centro de Transporte y Logística del MIT, afirma que “algunas de las cosas que damos por sentado no existen” en muchas ciudades que han crecido rápidamente en el mundo desarrollado. Para absorber el desmesurado crecimiento se apuesta por soluciones a corto plazo o esenciales como el alcantarillado, pero no se dedica un momento a diseñar el sistema de transporte.
El objetivo, por tanto, es analizar el caos para ser capaces de desarrollar soluciones que funcionen y se puedan implantar en los centros neurálgicos más complejos así como optimizar el planeamiento de nuevas zonas urbanas, sin dejar fuera a ninguno de los agentes del proceso. Para empezar, las empresas ya pueden usar esta plataforma para hacer más eficiente su distribución, que en EEUU supone tan sólo un 5% del precio del producto mientras que en Sudamérica se acerca al 25%.
Os invitamos a que os deis un paseo virtual por Km² y evaluéis su utilidad.
Fuentes: