

El Ministerio de Hacienda ha decidido premiar a las viviendas y oficinas más eficientes rebajando el Impuesto sobre Bienes Inmuebles en función de la calificación energética.
La iniciativa se ha materializado a través de una enmienda introducida en el Senado en la tramitación de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2016. Ésta modifica la ley de Haciendas Locales de 2004 permitiendo a los ayuntamientos reducir el IBI «hasta un 20%» a los inmuebles urbanos con certificado de eficiencia energética tipo A». Entraría en vigor, por tanto, el próximo 1 de enero.
Los propietarios deberán presentar ante el Ayuntamiento la certificación energética que avale el derecho a determinada reducción. La bonificación máxima es del 20%, y ningún inmueble será penalizado: aquéllos con peor calificación o que no tengan certificado registrado mantendrán el IBI según los cálculos habituales.
La reducción propuesta para el impuesto es la siguiente:
La última palabra sobre los porcentajes la tendrán los ayuntamientos, que podrán hacer las bonificaciones que consideren convenientes con esos máximos. De esta manera, se homogeneizan las bonificaciones que algunos municipios ya estaban empezando a aplicar de «motu proprio».
Se trata de un paso más en la incentivación de los usuarios a reformar sus inmuebles o comprar los que tengan características más favorables energéticamente; y a los profesionales a diseñar y construir de acuerdo con criterios de sostenibilidad y baja demanda energética.
Fuente imagen: apuntoarquitectura.com