

El Proyecto Piloto de Rehabilitación Energética Integral (PREI) organizado por la Asociación Nacional de Empresas de Rehabilitación y Reforma (ANERR) pretende convertirse en el modelo de referencia para las actuaciones de rehabilitación de cualquier edificio residencial. Cuenta con el apoyo de las principales empresas del sector que buscan«mostrar al sector y al público en general las posibilidades que ofrece la Rehabilitación Energética, los productos y soluciones existentes y el potencial de ahorro y mejora del confort que supone invertir en actuaciones de este tipo».
El edificio seleccionado es un bloque en esquina de los años 60 situado en el madrileño barrio de Fuencarral que cuenta con bajo comercial y viviendas, una por planta, además de otro local en la azotea que alojará el centro de control de los datos de la monitorización. En su estado original, el edificio correspondía a una calificación G en la escala de eficiencia energética.
El desarrollo del proyecto se dividió en dos partes con las que se han estimado posibilidades de reducción del consumo energético de hasta un 80%: una primera fase, de auditoría energética y diagnóstico a través de lamonitorización de consumos y termografías para detectar los elementos más importantes de pérdidas energéticas. Tras la identificación de áreas de actuación se comenzó una segunda fase de proyecto de mejoras en las que se engloban el resto de acciones para los ámbitos de la envolvente, de instalaciones térmicas para la cubierta e interiores, instalaciones eléctricas, hidráulicas, energías renovables y domóticas.
Como corresponde a todo proyecto de estas características, se comenzó por la envolvente, reduciendo al máximo la pérdida energética a través de los paramentos para después introducir las soluciones de instalaciones térmicas y fuentes energéticas dimensionadas a las necesidades.
Otro aspecto innovador del proyecto es la instalación de sistemas de monitorización en todo el edificio para la creación de un registro de datos de demanda y consumo que permitan comparar con los anteriores a la intervención, sirvan de prueba de la eficacia de los sistemas implementados y, ante todo, fomenten la mejora del comportamiento de los usuarios a través de la información que van a recibir sobre cómo repercute su comportamiento en el uso de su vivienda.
Para la protección de la envolvente se han elegido la opciones de mayor aislamiento térmico y durabilidad del mercado: un sistema de paneles de aislamiento por el exterior (SATE) para la fachada, aislamiento de la cubierta y el primer forjado y ventanas con valor de transmitancia térmica de 1,3 W/m²K; a través carpintería de PVC, de entre las cuales se ha elegido el modelo EuroFutur de KÖMMERLING y vidrio doble con tratamiento bajo emisivo Planitherm 4S. Además, para garantizar la estanqueidad y continuidad del aislamiento térmico en el perímetro de la ventana se han instalado con el sistema de cintas de estanqueidad Soudal y espuma Flexifoam.
No os preocupéis por si no os suenan estos sistemas porque ampliaremos información sobre las intervenciones más innovadoras llevadas a cabo para este demostrador de rehabilitación energética y los datos reales de mejora de eficiencia que se obtengan en el centro de monitorización.