

Elogio de la sombra, es una interesantísima propuesta que pone en valor una cuestión fundamental en la arquitectura por encima de cualquier otra consideración, la de hacer más felices a sus usuarios. Resultan emocionantes las resonancias poéticas y románticas de las intenciones expuestas en la memoria del proyecto.
Elogio de la sombra (Praise of shadow) es un bellísimo texto en formato de manifiesto escrito por Junichiro Tanizaki (Tokio 1886 – Kanagawa 1956) en 1933. En él se aborda “la sombra” desde el punto de vista de la estética y del significado dentro de la cultura japonesa. La sombra no tiene las connotaciones negativas que tiene en la cultura occidental, muy al contrario, es parte fundamental de la belleza.
La idealización del paisaje, tal y como se nos presenta en este proyecto como elemento reparador y necesario para conectar a los usuarios con la naturaleza y el territorio, es un tema clásico del romanticismo europeo y del existencialismo americano de finales de SXIX.
En efecto, el bienestar y felicidad de los usuarios de la arquitectura, no ya desde un punto de vista hedonista, sino desde el propio uso y funcionamiento del programa, es algo no priorizado adecuadamente cuando se habla de eficiencia energética y sostenibilidad, etc… Hay algo peligroso en la arquitectura con “apellidos” (arquitectura bioclimática, arquitectura sostenible, etc…) y es que puede llegar a olvidarse de las personas poniendo en el centro de la cuestión parámetros físicos mas orientados a la termodinámica que a los sentidos y emociones del usuario a quién va destinado el edificio.
La arquitectura que presentamos –un pabellón en un jardín- aspira en primer lugar a una atractiva relación con el contexto y con el espacio público, así como al uso creativo de los materiales KÖMMERLNG y las técnicas contemporáneas. En este sentido entendemos la sostenibilidad como una invitación a realizar una arquitectura bella, inteligente y original.
Una sostenibilidad implícita y explicita que abarca aspectos que van más allá de lo cuantificable desde el punto de vista científico. Se trata de una arquitectura que quiere dirigirse a los sentidos y estimularlos, porque el bienestar y el confort tienen que ver tanto con criterios cuantitativos como la temperatura, la calidad del aire y la luz, como con el propio ser y sus sensaciones al desenvolverse en el espacio.
El proyecto propone la creación de un “campo” que al mismo tiempo es edificio, jardín y paisaje. Una actuación de orden paisajístico que transforma radicalmente el aspecto urbano de la fábrica KÖMMERLING. El nuevo Pabellón Zero quedaría así enmarcado por este “campo de colores” que conectaría a las personas con el entorno urbano inmediato y con el paisaje.
El campo KÖMMERLING “ocupa” el espacio aún agrícola existente en la parcela, para transformarlo en una trama de especies autóctonas, aromáticas y de color, de mínimo mantenimiento. Todo ello sin condicionar su futuro, puesto que a medida que crezcan las necesidades de ampliación del espacio de almacenaje el “campo” irá cediendo superficie, hasta alcanzar su forma mínima entorno al edificio.
Desde el punto de vista del programa, el edificio se resuelve en una sola planta, en un volumen muy controlado de dimensiones y compacidad, sensible a las necesidades de iluminación natural y muy práctico respecto al uso y utilización del mismo. Efectivamente, la sostenibilidad es un concepto que no solo hace referencia al comportamiento y balance energético del edificio y sus consecuencias en el medio ambiente, también hace referencia a la capacidad de servir y ofrecer soluciones a la posibilidad de cambios de programa, función etc… con el mínimo coste posible, medioambiental, económico, social y cultural (las cuatro dimensiones de la sostenibilidad).
Elogio de la sombra precisamente presenta en su proyecto la sostenibilidad como una actitud, que resume en una estrategia estructurada en doce acciones concretas:
La energía es el vector más importante y el CO2 el rey de los impactos y por ello vamos a buscar las estrategias que reduzcan este impacto y conseguir un EDIFICIO ZERO. Esta estrategia no va a impedir tener en cuenta otras categorías de impacto y otras disciplinas enfocadas a la salud y el bienestar de las personas que lo van a habitar, psicología ambiental, análisis de ciclo de vida, análisis Geoambiental, gas radón, calidad del aire, calidad acústica, calidad de la luz e ionización. Si no podríamos caer en un edificio extremadamente eficiente pero con riesgo de crear un “edificio enfermo”.
Al realizar un edificio PASSIVHAUS ponemos todos los recursos económicos y de diseño en los elementos pasivos minimizando los activos ya que su producción debe ser mínima. Una de las máximas del diseño bioclimático es orientarse al Sur. Lo que se hace literalmente es crear una gran fachada de 65 metros x 4,5 metros de altura con todos los mecanismos de sombreado y captación a través de solera Termo-Activa para el óptimo funcionamiento en verano e invierno.
La orientación sur exige mirar hacia el interior de la parcela donde proponemos diseñar un jardín flexible y variable. El contexto es industrial y hostil a la vista, necesitamos un respiro, un paisaje bello y atractivo donde mirar cuando estás trabajando.
La estrategia más coherente con respecto a la bioclimática y a los requerimientos económicos es un óptimo factor de forma para favorecer la captación de sol y evitar pérdidas. Este es el criterio que se ha establecido con una crujía definida por los requerimientos del cálculo estructural y una larga fachada a sur.
Se priorizan las estrategias de verano frente a las de invierno por el análisis del clima local, el uso de oficina. Un buen sombrero es la mejor estrategia frente al calor desde la perspectiva de diseño bioclimático y es un buen lugar para la producción fotovoltaica. La cubierta es ventilada mediante chimenea solar siendo el elemento estructural externo que mejora el aislamiento de la caja interior.
Para conseguir una demanda de 15 Kwh/m2año en calefacción y refrigeración es necesario tomar medidas radicales en aislamiento y estanqueidad. U Cubierta = 0,22 W/m2oC U Fachadas muros = 0,18 W/m2oC
U Fachadas vidrio = 0,8 W/m2oC U Suelo = 0,27 W/m2oC
Todas las fachadas del pabellón se resuelven con perfiles y ventanas de PVC KÖMMERLING, convirtiéndose en protagonistas del edificio, un auténtico Showroom integral. En la ventana moderna Passivhaus, y concretamente en nuestro ventanal bioclimático vamos a tener diferentes elementos de control: stores interiores de control de luz natural para invierno; cortinas térmicas para evitar pérdidas nocturnas y protector solar de verano
Una de las medidas para reducir la demanda de energía consiste en incorporar en la envolvente del edificio sistemas de estanqueidad, que reduzcan las infiltraciones no deseadas de aire por debajo de las 0,6 ren/h, al forzar una diferencia de presión de 50 Pa.
Es imposible hacer un cálculo exacto de demanda de energía primaria sin los requerimientos de los equipos informáticos y varios. Para poder llegar al objetivo de 120 KWh/m2 habrá que controlar al máximo el consumo de los equipos y buscar los más eficientes.
La calidad del aire en Camarma de Esteruelas es muy mala. Al hacer un edificio estanco con renovación forzada y controlada podemos limpiar el aire exterior a través de filtros de carbono y garantizar un aire interior de alta calidad. Esto no impide hacer un sistema de ventilación natural para las noches de verano.
Sistemas de control del clima, del nivel de CO2 interior, del nivel de Gas radón, de la iluminación, del consumo de KWH/m2año, KWh/persona año y MWh totales. También es necesario el control y comunicación de la producción total con el balance diario y anual de producción y gasto. La comunicación se haría con una pantalla interior y a través de la web.
Podríamos decir que es un Edificio Zero CO2 además de un Edificio Zero si:
Si el edificio está conectado a la red eléctrica con contrato a una comercializadora de energías renovables. Si produce in situ tanta energía primaria como consume en un balance anual.
En torno al campo y al nuevo edifico se reordenan todos los recorridos de la fábrica. Entre otras actuaciones se propone un nuevo acceso al oeste, el aumento de la zona de carga y descarga, el incremento del número de plazas de aparcamiento y la continuidad de la calle interior paralela al viario.
Todas estas acciones combinadas determinarán que el conjunto de la fábrica sea valorado por las personas. Las personas, siguiendo su instinto, son más propensas a cuidar un lugar en el que se sienten bien y que les propicia una experiencia generosa. El campo KÖMMERLING propone ese tipo de experiencia, la de un ambiente natural y sostenible que impactará a sus ocupantes.