

No hacemos más que oír la palabra BIM y aún así las opiniones al respecto son de lo más dispares: que ya está aquí, que todavía le queda mucho para funcionar, que ya sin conocimientos BIM no te contratan, que eso no va a cuajar jamás, …
Lo que sí sabemos es que es una metodología de trabajo que reduciría carga de trabajo y, por tanto, los costes; lo que en el sector construcción significa muchos millones de euros. Por otro lado, metodologías equivalentes conceptualmente al BIM ya se usan en otros sectores y funcionan tal y como nos prometen. Todo indica que lo único que lo está frenando es el desconocimiento de los agentes involucrados…y eso nunca ha sido un impedimento.
Para ser más objetivos, enumeremos las ventajas más evidentes del BIM:
Todo esto conduce a la mayor ventaja de todas: el fin de los innumerables problemas que surgen en la fase de ejecución (retrasos en los plazos, sobrecostes, diseño de soluciones sobre la marcha, documentación de proyectos desactualizada por cambios durante la ejecución, etc).
Cambiar a la tecnología BIM en tu estudio o empresa supone un claro esfuerzo económico y laboral. Sin embargo, los beneficios son tan evidentes en todos los aspectos que esto será sin duda algo sin lo que no podamos trabajar en el futuro. Las Administraciones de muchos países ya obligan a entregar los proyectos en BIM en las licitaciones y en España parece que no tardará en llegar. Aquí te contamos algunas claves para implementar BIM en tu estudio.
Hay que verlo como una inversión rentable a largo plazo, que no sólo nos hará la vida más cómoda, sino que mejorará la calidad del producto que ofrecemos.