

Arup ha desarrollado, por encargo del Ayuntamiento, un plan para Madrid que aborde el problema de cambio climático, la contaminación y la salud de los habitantes a través de soluciones locales. El resultado es Madrid + Natural.
Medidas muy intencionadas se centran en los edificios, las infraestructuras y los espacios públicos para reducir el impacto de la contaminación, la sequía, las temperaturas extremas y la pérdida de biodiversidad. Además, va relacionando las intervenciones con datos probados de los beneficios que un aumento de la vegetación en la urbe tiene sobre la salud y el rendimiento de los ciudadanos.
Los edificios son los responsables de un alto porcentaje del consumo energético global, la reducción de su demanda también puede ser apoyada por las masas de vegetación en forma de jardines verticales, que estabilizan la temperatura interior, mejoran la calidad del aire y reducen el ruido.
Las cubiertas son uno de los elementos con más protagonismo: un tratamiento eficiente de las mismas puede reducir la demanda, el consumo de energías primarias no renovables y la huella de carbono de los edificios, regular la temperatura y humedad urbanas reduciendo el efecto de isla de calor y crear un hábitat para favorecer la fauna. Se proponen cubiertas sostenibles, a base de vegetación y paneles solares y también cubiertas frías con un simple revestimiento de pintura blanca.
Por último, enfatizan los beneficios de un desarrollo resiliente con apoyo de empresas e instituciones, que pueden favorecer en gran medida la lucha contra el cambio climático invirtiendo en y fomentando el desarrollo sostenible y rehabilitando sus inmuebles.
«Los trabajadores que ven zonas naturales desde su puesto de trabajo cogen la baja laboral un 23% menos que los que tienen una vista totalmente urbana. Además, estos trabajadores tienen una satisfacción laboral mayor».
Arup propone que las infraestructuras sean más ecológicas, albergando vegetación y fauna, de manera que las vías rodadas se conviertan en auténticos parques lineales. Las calles deben ser más verdes, y las orillas de los ríos restauradas para regular la temperatura de la urbe y favorecer la fauna local.
“Árboles y parques pueden reducir la temperatura del aire entre 0.5 y 5 grados centígrados, lo que puede disminuir la demanda de refrigeración».
Para los espacios abiertos proponen los cultivos urbanos, la selección de plantas para el clima y el medio ambiente, la rehabilitación de equipamientos, los bosques urbanos, el sombreamiento en estaciones cálidas y la creación de microclimas con agua.
«Residentes de zonas verdes son 3,3 veces más susceptibles de hacer ejercicio con frecuencia que los que habitan zonas con menos vegetación».
Aquí podéis ver y descargar el informe completo: Informe completo Madrid + Natural