

La ‘start up’ valenciana Be More 3D ha demostrado que sí, que en un tiempo récord puede imprimir una vivienda con salón-comedor, baño y un dormitorio. Ha sido en el campus de la Universidad Politécnica de Valencia, colaboradora del proyecto, donde ha tenido lugar la edificación, convirtiéndose en la primera vivienda española impresa en 3D. Esta primera casa tiene 24 metros cuadrados y está construida a base de hormigón, reduciendo los costes en hasta un 35%. Además, aseguran que también se ven reducidos los niveles de contaminación, ya que al funcionar mediante electricidad apenas produce residuos.
Para montar esta particular impresora de hormigón han utilizado una especie de grúa de seis metros de ancho y tres de alto, que capa a capa va creando la estructura de la vivienda, siendo Schneider Electric la empresa responsable del cuadro eléctrico de la máquina. En cuanto al personal, únicamente se necesitan tres operarios que vayan controlando su correcto funcionamiento durante unas horas.
Con la construcción de esta vivienda piloto, la empresa pretende demostrar la viabilidad de este tipo de edificaciones, demostrando que se convierten en una solución eficaz en proyectos humanitarios. Gracias a la rapidez con la que se construyen, víctimas de catástrofes naturales o guerras podrían volver a tener una casa en apenas unas horas. Be More 3D ha calculado que se podría imprimir una vivienda de 60 metros cuadrados en solo 12 horas, y un refugio para 25 personas en cinco o seis horas.
Tras esta primera vivienda de prueba en Valencia, la empresa tiene pensado construir dos viviendas piloto más en Madrid y siete en Cuenca, dentro de un programa de repoblación de una zona rural. Dada su rapidez, la economización de recursos y su bajo nivel de contaminación, hay quienes aseguran que serán las bases que marquen las construcciones del futuro. Incluso que, cualquiera podría diseñar su propia casa, y mediante una impresora 3D llevarla a cabo en cuestión de horas.
A la hora de construir estas viviendas solo necesitamos un terreno y la impresora 3D, que se puede montar y desmontar, por lo que podemos transportarla a cualquier lugar. Primero se prepara una solera de cimentación, sobre la que la impresora, cargada de hormigón, irá construyendo la casa. Finalmente, tendremos la estructura global de la vivienda, en la que faltaría el techo, puertas, ventanas y los sistemas energéticos y de agua. Con los cerramientos adecuados y un buen aislamiento en las paredes podemos llegar a conseguir una vivienda altamente eficiente.