

Se acabaron las Navidades y con ellas el trajín imparable de objetos, prendas y envoltorios. Estas fechas suponen la producción de los mayores volúmenes de compras y a la vez «excedentes» físicos en los hogares. ¿Qué mejor manera de cerrar el círculo que dándole continuidad al movimiento de los bienes posibilitando un uso de segunda mano a las pertenencias que ya no sabes dónde guardar? Para comenzar el año te presentamos un proyecto muy sencillo pero potente.
El equipo holandés Waarmakers ha diseñado una bolsa de basura específica para deshacerse de los objetos en buen estado con el fin de que aparezca un nuevo dueño en lugar de acabar en el vertedero, a la vez que se estimula una conciencia más sostenible a través de un sencillo hábito.
La bolsa mantiene los objetos secos y limpios a la vez que permite que se vea el contenido. Se deja en la calle junto a los cubos de deshechos de manera que cualquier peatón a quien pueda servirle la recoja, y en caso de que siga allí cuando llegue el camión, será retirada con las demás.
El proyecto pretende introducir un método de deshecho de residuos más sostenible acorde con una actitud más altruista hacia los demás.
Los diseñadores declaran que buscaban un sistema que requiriera el menor esfuerzo posible para todas las partes y que les atrajo la idea de acercar el altruismo de ayudar a otros con un acto tan cotidiano como sacar la basura.
Goedzak significa «hacer mejor» en Holanda y además combina las palabras holandesas de bolsa y de bueno. La iniciativa parte del Proyecto Fin de Carrera de un miembro del equipo bajo el título de Diseño Altruista. Su próximo objetivo es en colaboración con una cadena de tiendas de segunda mano que intentarán fomentar la recogida de las bolsas hacia sus puntos de venta para su clasificación y organización.