

El miércoles 5 de diciembre de 2012 fallece en su ciudad natal, Río de Janeiro, el maestro de la arquitectura Oscar Niemeyer. Con 104 años de edad podemos imaginar la gran cantidad de vida y arquitectura que este genio derrochó. Hombre afortunado, no sólo fue profeta en su tierra, sino en el mundo entero. A nosotros, amantes de la arquitectura, sólo nos queda estarle eternamente agradecidos.
Como arquitecto, se educó y fue fiel seguidor de otro gran maestro, Le Corbusier. Exploró hasta los límites del conocimiento un material que corresponde a su época y que él hizo eterno, el hormigón armado, llegando a conseguir una plasticidad que le colocará en la historia de los genios de la humanidad. Obsesionado como estaba con las formas curvas llego a decir:
“No es el ángulo recto que me atrae, ni la línea recta, dura, inflexible, creada por el hombre. Lo que me atrae es la curva libre y sensual, la curva que encuentro en las montañas de mi país, en el curso sinuoso de sus ríos, en las olas del mar, en el cuerpo de la mujer preferida. De curvas es hecho todo el universo, el universo curvo de Einstein.”
Como se puede imaginar, su obra es muy extensa debido a su longevidad pero siempre será recordado por ser el padre de Brasilia, la nueva capital de Brasil que se construyo en los años 60. No solo creo la ciudad en medio del Amazonas, también la pobló de los edificios más representativos del país como el Congreso nacional de Brasil, la Catedral de Brasilia o el Palacio de Alborada.
En España tenemos la suerte de tener el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer en la ciudad de Avilés. Inaugurado en el año 2011; hay que resaltar que el proyecto fue donado por el propio arquitecto y en él se resume la mejor arquitectura del maestro.
Sus galardones son innumerables y ha sido premiado en todos los rincones del planeta. Aquí queremos destacar dos en especial:
Oscar Niemeyer ha fallecido este año pero nos regala su obra para siempre. Descanse en Paz.