

Hoy te traemos al blog del Reto Kömmerling uno de los mejores recursos arquitectónicos para integrar vegetación en nuestros proyectos. Las fachadas o muros verdes actuales surgieron por el afán de incorporar la naturaleza a los centros urbanos congestionados y densos, con escasa disponibilidad de suelo libre. Con los jardines verticales ganamos en sostenibilidad, eficiencia energética y bienestar urbano, como te explicamos más adelante. Además, te indicamos los modelos de ventanas con sistemas Kömmerling idóneos para tus proyectos de fachadas vegetales. ¡Sigue leyendo!
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Con el crecimiento de la ciudad moderna consolidada hemos ido reduciendo las superficies verdes naturales a la mínima expresión, corriendo el peligro de tener mayores concentraciones de gases contaminantes y baja calidad del aire, afectando directamente a nuestra salud, entre otras cosas. Para que nuestros entornos urbanos estén más equilibrados ecológicamente necesitamos traer de nuevo la naturaleza a nuestras calles y edificios de forma masiva. Para ello contamos con las fachadas verdes, una técnica constructiva que consiste en cubrir las superficies verticales de fachada con vegetación, generando con ello microclimas urbanos saludables y más sostenibles.
Los muros verdes producen un “efecto wow” instantáneo en el edificio donde se ubican, haciendo que este sea reconocible y más aceptado en la ciudad.
En este tipo de fachadas encontramos impactos principalmente medioambientales, pero también sociales y económicos:
Al ser la fachada verde un sistema constructivo natural y vivo, los efectos ecológicos y medioambientales al incorporarla a nuestro edificio son numerosos:
En cierto modo siempre hemos vivido vinculados a la naturaleza. Solo a partir de la revolución industrial y el desarrollo masivo de las ciudades, hemos ido perdiendo esa conexión tan necesaria para nuestro bienestar como seres vivos. Observar las fachadas verdes producen un efecto de calma y tranquilidad, abren la mente, y en cierto modo nos “carga las pilas”.
En la pata económica construir muros verdes permite en la ciudad disponer de grandes superficies naturales sin repercusión en el uso del suelo, ya que se instalan en los planos verticales de los edificios. Por otro lado, el valor inmobiliario de los edificios con fachadas verdes aumenta.
Además de los impactos beneficiosos para la sostenibilidad, las fachadas verdes aportan a nivel arquitectónico y de diseño:
Otro de los beneficios de nos aportan los jardines verticales es su contribución a la eficiencia energética del edificio, ahorrando adicionalmente en emisiones de CO2:
Uno de los inconvenientes indirectos puede ser su coste. El coste de ejecución material es mayor en comparación con los jardines horizontales o los techos verdes, pero también es cierto que el precio de los espacios libres en nuestras ciudades es elevado.
Otra desventaja podría ser el consumo de agua y problemas en el sistema de riego. Esto puede suceder si las especies no se seleccionan bien, teniendo que regar más de lo normal. Si eliges una empresa de calidad que seleccione con cuidado las plantas del muro verde de forma que correspondan al microclima de la ciudad y se ejecute bien, el mantenimiento y consumos de agua no tienen porqué ser elevados.
A nivel de técnica puedes encontrarte numerosas formas de muros verdes, con o sin sustrato, con estructuras autoportantes o adosadas a los muros. Podemos decir que cada empresa tiene su propio enfoque. Sin adentrarnos excesivamente en el mundo de las patentes, te hacemos un repaso de las posibilidades que puedes aplicar en la arquitectura:
Consiste en integrar maceteros y alcorques en el diseño del edificio, modificando así los cálculos estructurales con respecto a un edificio “no verde”. En el modo de trabajar del arquitecto Stefano Boeri, autor de “Bosco Verticale” en Milán, parece que el edificio se ha construido para albergar el bosque en lugar de las viviendas :-).
Este sistema es adecuado para especies trepadoras, que pueden plantarse bien en la base del edificio o como parte de un bosque vertical. La clave consiste en diseñar una red de cables o mallas autoportantes adicionales a la fachada, que sirve de guías a las plantas. Independientemente si tenemos muros cortina o fachadas opacas, el sistema contribuye a la conservación del edificio y amortiguación del ruido aéreo.
El sistema consiste en una capa de fieltro sintético que alberga el sustrato y sistema de riego, seguido de una lámina rígida de plástico, que se fija a una estructura de marcos o guías metálicos. Los marcos deben anclarse al soporte de fachada, pero manteniendo una separación con este, generando una cámara de aire aislante libre de raíces.
Esta técnica fue acuñada en 1986 por el botánico Patrick Blanc. Blanc es pionero en el concepto de los muros verdes actuales y fue el artífice del jardín vertical hidropónico del Caixaforum en Madrid.
El sistema consiste en retirar el sustrato de la capa de fieltro del jardín vertical, por lo que la plantas se desarrollan directamente a lo largo y ancho de dicho fieltro. Así, bajamos el peso propio del sistema y simplificamos la ejecución y mantenimiento.
Si decidimos integrar jardines verticales en nuestros proyectos es porque nos tomamos muy en serio las emisiones de CO2 y la sostenibilidad. Los jardines verticales forman parte de un sistema más complejo: la envolvente térmica del edificio. Como te hemos explicado, las superficies vegetales en fachada ayudan a la eficiencia energética del conjunto tanto en invierno como en verano. Para que toda la envolvente sea sostenible, también necesitamos incorporar ventanas sostenibles.
Fíjate muy bien en los siguientes aspectos, para que tengas la mejor combinación de muros verdes y ventanas en tus proyectos sostenibles:
Desde el Reto Kömmerling queremos hablarte del sistema AluNext, una solución híbrida compuesta por un interior de PVC 100% reciclado y capa de acabado con aluminio, también reciclado.
En cuanto a su comportamiento energético, la ventana saca partido a las buenas prestaciones aislantes que caracterizan a los sistemas de PVC de Kömmerling. Gracias a una materia prima de calidad y el diseño del perfil de 5 cámaras, el sistema de ventanas Kömmerling AluNext tiene una Uw desde 0,80 W/m2K. Además, está disponible en dos versiones, la de doble junta (AD) y la de triple junta (MD). Este segundo perfil está indicado para tus proyectos de sostenibilidad más exigentes.
Desde el punto de vista de fabricación, AluNext destaca por tener las esquinas de aluminio de marcos y hojas soldadas. Esto se traduce en mejores prestaciones y una mejor integración en los procesos de automatización en la elaboración de los perfiles, mejorando así la eficiencia productiva y la calidad de acabados.
Para resumir, el tándem perfecto para fachadas sostenibles es: