

Intentemos por un momento entender nuestros edificios como plantas: viven del sol y sin él no tienen más que sus reservas para alimentarse, sin fuentes de energía externas. Imaginemos las ciudades como grandes huertos solares en los que cada edificio es un panel de captación de energía. También los espacios públicos y las zonas verdes.
Si los núcleos urbanos estuvieran sembrados con proyectos que siguen estas estrategias, ésa sería nuestra realidad. Exceptuando el primer punto, todos los demás son susceptibles de ser incorporados a cualquier proyecto de rehabilitación. ¡Aprovechemos el sol que tenemos!
Planeamiento con orientación intencionada:
Para esto ya llegamos tarde en todas las ciudades que ya tenemos construidas. No obstante es mejor no dejar de mencionarlo. Si queremos captar la mayor radiación solar posible es necesario que los edificios estén mirando hacia el sol.
Forma, tamaño y posición de la ventana:
Un estudio solar de la parcela es imprescindible, considerando la altura de cada planta y los volúmenes cercanos: hemos de conocer todas las sombras arrojadas y el uso que habrá en cada estancia para poder juzgar el mejor tipo de iluminación natural según horarios de uso, actividad, carga interna, etc.
Control solar para confort y refrigeración:
En España esto será obligatorio casi en cualquier sitio por nuestro clima. Aunque no fuera así, es necesario considerarlo para asegurar el confort visual interior evitando deslumbramientos, radiación directa sobre personas o superficies reflectantes a ciertas horas del día. También las ganancias solares en épocas del año en que son indeseadas.
Distribución interior para maximizar el aprovechamiento de la luz:
Situar los espacios de trabajo en contacto con el exterior y las zonas de servicio en el centro de los volúmenes. Dentro de cada estancia, situar las superficies de trabajo donde obtengan más luz natural manteniendo el confort visual y siendo cuidadoso en la ubicación del mobiliario para evitar que la reduzcan.
Acabados para maximizar la luz:
Los materiales de acabado interior deben reflejar, dentro de unos límites, la luz para hacerla penetrar hasta el fondo de la habitación, maximizando la que recibe cada estancia. Es importante que los paramentos que vayan a recibir radiación solar directa no sean demasiado reflectantes o crearán un ambiente altamente incómodo a nivel visual. Colores claros en mate y especial cuidado con los colores más oscuros en el muro más separado de la ventana.
Elección de materiales de envolvente acristalada adecuados:
Para asegurar que la instalación de grandes ventanales permitan el paso de mucha luz pero que no sea a base de ser coladores de calor a través de vidrios y marcos hay que colocar productos aislantes y estancos al aire. Se trata deponer superficies que dejan pasar la radiación hacia el interior pero no dejar al calor salir. Necesitamos transmitancias térmicas alrededor de 1 W/m²K y estanqueidades de Clase 4 a ser posible.
Alimentación por paneles solares:
Aprovechar las superficies opacas de la envolvente para instalar paneles solares hasta que sean suficientes para cubrir al menos el consumo de mi proyecto. La ubicación de éstos está sujeta a su máximo rendimiento en posición en inclinación.
Imágenes: Ilustraciones de Axel Groß (Electric Gobo) obtenidas de Plataforma Arquitectura
Imagen portada: Tecnolite