

“Solo el agua puede desahogar a la tierra” Gaston Bachelard
Asociación de Arquitectura y Sostenibilidad (ASA) y Francisco del Corral visitan CTE Arquitectura con este artículo sobre el respeto del ecosistema con el agua como protagonista.
En los últimos años se ha redescubierto la sostenibilidad. Hoy día, o algo es sostenible, o no es.
Sostenibilidad es equilibrio de una especie con los recursos de su entorno, es decir del hombre con su paisaje cultural. Cada cuerpo humano es un río de agua invisible, cada población una marea en busca de abastecimiento, por tanto, las ciudades y su paisaje deberían volver a ser esponjas permeables a sus características territoriales y buscar la autenticidad (1) que las ha hecho únicas.
El agua, materia vital en la estructura del paisaje y la sociedad humana, bien preciado en nuestra latitud mediterránea, ha generado unas leyes y lenguaje propios que, en ocasiones, han sido escuchados para hacer realidad el sueño de habitar, con sentido, el territorio. Tomar en consideración estos conocimientos acumulados tras generaciones, debería generar una nueva mirada hacia los paisajes culturales del agua que facilitase la creación de herramientas creativas para intervenir en ellos.
Nuestra investigación se nutre de diversos conceptos, ente otros, los sugeridos por el oasis, la esponja y la transparencia.
El oasis, entendido como ideal de paisaje cultural sostenible, cerrado y limitado por un territorio hostil, que alberga un ciclo completo de agua.
La esponja, como pieza porosa permeable al agua y al entorno, es decir, respetuosa con su cultura y leyes naturales.
La transparencia, como virtud y verdad alegre del agua que debe ser conservada y buscada.
La actual sed de transparencia nos hace entender el territorio como un intermediario entre el agua y el hombre, una esponja a gran escala que debemos legar como espacio poroso para que el ciclo vital siga fluyendo.
Creemos que la acción local, en este caso desde nuestra atalaya mediterránea, es la única capaz de ir transformando, gota a gota, el modo de actuar global, sin duda sostenible, de las futuras generaciones. Por ello, desde el estudio WaterScales (2) proponemos dos ramas de investigación; teórica y práctica.
Como sustrato teórico hemos realizado, entre otros, trabajos de investigación sobre maestros para los que el agua fue materia estructurante del espacio como Carlo Scarpa y Roberto Burle Marx, así como estudios comparativos entre paisajes culturales que han crecido con el agua como guía, como Granada (fig. 1) y Damasco.
Desde el punto de vista práctico, proponemos líneas de actuación en tres escalas relacionadas con el líquido; territorial, doméstica e íntima.
A modo de ejemplo, citaremos algunos proyectos:
-La intervención paisajística denominada Huellas de Agua, (3) en el entorno de las “Grutas de Hércules” en Tánger, plantea una estrategia sostenible de actuación global desde la regeneración de un nuevo ciclo de agua que configura el paisaje (fig. 2).
-La restauración del “Caminito del rey” en el desfiladero de los Gaitanes, Málaga, (4) contempla la puesta en valor de un paisaje modelado por el agua y su infraestructura patrimonial hidráulica (fig. 3).
-El Jardín de los sentidos, en un Hotel de la Ciudad vieja de Damasco, (5) presenta, a escala doméstica, la esencia original de la ciudad como paisaje de agua, oasis (fig. 4).
-La pieza íntima Ladrón de agua, en un hotel en el Albaicín, recoge la tradición árabe del uso del líquido (fig.5). El agua brota en silencio de la palabra escrita de Juan Ramón Jiménez y habla huyendo. Es sonido robado.
Desde WaterScales proponemos dejar al agua Ser, para así, gota a gota, crear herramientas que ayuden a desahogar a la Tierra.
Por Francisco del Corral del Campo. Arquitecto. Socio 374 de ASA.
Profesor de proyectos arquitectónicos. ETS de Arquitectura de Granada.