

Este proyecto va muy en línea con las nuevas corrientes de optimización de recursos y búsqueda de energía limpia y renovable. Lo tiene todo: el entorno, el programa, la política y la innovación. Al igual que muchos otros, plantea una forma de sustentación y logística alternativa. ¿Crees que puede ser la que marque nuestras próximas décadas?
La particularidad de esta fachada es que está compuesta de residuos orgánicos, en lugar de contener organismos o residuos orgánicos en su interior, como hemos visto en otros ejemplos como éste.
El edificio, que en este caso es una estación receptora de gas, está revestido de un material llamado Nabasco, consistente en un compuesto de bio resina y fibras naturales de cáñamo, yute y coco.
Los materiales fósiles son cada vez más escasos. Por ello, la industria petroquímica está buscando materiales orgánicos que puedan llegar a reemplazar, en el momento preciso, a los materiales de base de petróleo. Se ha comenzado por pinturas o plásticos y es aún tecnología incipiente, pero se prevé un fuerte impacto en el sector de la construcción. Los ecomateriales se basarán fundamentalemtne en residuos de la agricultura y horticultura. AFC Prinsenland pretende constituir un ejemplo de producción sostenible e intensiva de alimentos donde los ciclos de energía, agua y residuos se cierren al máximo.
Este entorno dio al Studio Marco Vermeulen la oportunidad de explorar nuevos materiales para construcción para la construcción de la estación receptora de gas del complejo. Se trataba de un gran desafío puesto que la compañía de las instalaciones de gas es muy exigente en lo que respecta a los materiales. El panel final desarrollado tiene una proporción adecuada de hidrógeno, carbono y nitrógeno. Este uso de combustible fósil en la estación de gas se combina así con el compromiso de un futuro más biológico.
Fuente: Studio