

Basándonos en informes del Ministerio de Industria y el IDAE queremos acercar a todos esta información.
Atendiendo al tipo de aplicación energética, las energías renovables se clasifican en tres grupos:
Renovables de aplicación eléctrica:
A partir de las cuales se produce energía eléctrica.
Eólica: energía cinética contenida en las masas de aire en la atmósfera.
Solar: energía que proviene de la radiación solar, que a su vez puede ser Solar fotovoltaica y Solar termoeléctrica
Hidroeléctrica: energía eléctrica que se genera en el proceso de transformación de la energía mecánica de un curso de agua.
Energía del mar: energía que engloba el aprovechamiento energético de mares y océanos.
Geotérmica: energía almacenada en forma de calor debajo de la superficie sólida de la tierra.
Biomasa: es la energía obtenida a partir de la fracción biodegradable de los productos, desechos y residuos de origen biológico procedentes de la agricultura.
Biogás: es la energía obtenida a partir del combustible gaseoso producido a partir de la biomasa y/o a partir de la fracción biodegradable de los residuos.
Residuos Municipales, Industriales y lodos de depuración: es la energía obtenida a partir de los residuos generados en los domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios.
Renovables de aplicación térmica:
A partir de las cuales se produce calor y frío.
Solar térmica: los captadores solares aprovechan la radiación solar para calentar un fluido (agua con anticongelante) que circula por su interior.
Biomasa térmica: su principal aplicación es la obtención de calefacción, agua caliente y calefacción de distrito.
Geotermia de baja temperatura: mediante bomba de calor para la obtención de calefacción y refrigeración.
Biocarburantes:
Combustibles líquidos o gaseosos para transporte producidos a partir de la biomasa.
Bioetanol: Sustituye a la gasolina y se produce principalmente mediante la fermentación de azúcares o almidón.
Biodiesel: Se puede utilizar en lugar del gasóleo y se obtiene a partir de plantas oleaginosas.
La buena noticia es que, como vemos, hay muchas posibilidades energéticas para el futuro reciente.
La mala es que cada vez consumimos más energía: al ritmo actual sólo tardaremos 35 años en duplicar el consumo mundial de energía y menos de 55 años en triplicarlo.
Seamos conscientes del gasto que suponemos al planeta y ayudemos todos a empezar un mundo mejor.