

Noruega es uno de los países más ricos del mundo gracias a la reserva de combustibles fósiles que tiene bajo los pies y con unatasa de soleamiento anual muy escasa. Incluso en un escenario como éste está empezando la revolución del sector inmobiliario. En el pueblecito de Porsgrunn, se levantará un edificio que es nada más y anda menos que el de balance energético positivo más norteño del mundo.
El diseño se ha encargado a la firma Snøhetta, por su prestigio y porque no es su primera experiencia con edificios de consumo nulo. Recordad esta vivienda de lujo de alta eficiencia energética con un comportamiento excelente.
Powerhouse Telemark tendrá 6.500 m² repartidos en 11 plantas de oficinas disponibles para alquiler. El coste estimado es de 17 millones de dólares y estará listo para ser ocupado en 2019.
Al igual que en la casa pasiva, el diseño de la morfología del edificio se ha basado en el estudio solar, climático y del entorno. El resultado es un volumen parecido al de un diamante que asegura la máxima eficiencia energética. Los acabados exteriores refuerzan esa idea, favoreciendo los reflejos en la piel y asociándolo directamente con el mar que caracteriza el paisaje.
El programa incluye oficinas, un foyer, gimnasio, cafetería y una terraza en la azotea y unas vistas inmejorables de la ciudad y el mar que quizá llegará a estar abiertas al público.
El proyecto aspira a empezar a poner a Noruega en el mapa en términos de eficiencia energética en edificación y a impulsar una nueva tendencia en la construcción y en el sector inmobiliario. “Espero que nos copien y nos plagien, que repliquen nuestro proyecto en los 7 continentes” dice Eriksrød, CEO de R8 Property. Desde luego, piensan entrar en el juego por la puerta grande.
Como hemos comentado últimamente, el horizonte ya no es el Consumo Casi Nulo; ni siquiera el Consumo Nulo. Empezamos a hablar de edificios de Balance de Energía Positivo. En este caso, hablan de excedente de energía en el ciclo de 60 años que se ha calculado.
Con esta ambición probadamente viable (si lo es en Noruega, imaginad en el resto del planeta) la edificación puede convertirse en la piedra angular del futuro modelo energético. El excendente de energía de las construcciones servirá para alimentar los vehículos, el mobiliario urbano (farolas, semáforos, carteles,…) y parte de las actividades productivas. Los edificios serían los actuales pozos de petróleo, pero más eficientes y sostenibles. ¿Seguro que no quieres pasarte ya a este negocio?
Kjetil Thorsen, socio fundador de Snøhetta lo ve así: “El futuro depende de ser atrevidos, pensar en grande y a largo plazo, y alguien tiene que hacer el camino”.