

El edificio de oficinas y talleres ENVITE tienen una calificación energética A por su alta eficiencia energética y diseño confortable y saludable. Se encuentra en Valladolid y cuenta con todo tipo de estrategias para minimizar demanda y consumo energéticos.
Como todo edificio bioclimático que se precie tiene un diseño deferente para cada fachada, concentrando las partes acristaladas al sur.
Las estrategias utilizadas son las siguientes:
Envolvente y arquitectura:
Un atrio que funciona como un invernadero absorbiendo calor o ventilándolo con el movimiento de la cubierta, que puede abrirse o cerrarse en función de las necesidades. Este espacio no se climatiza artificialmente, es un elemento que facilita la climatización del resto del edificio.
El cerramiento del volumen de oficinas es una fachada ventilada con subestructura de madera y aislamiento de lana de roca de alta densidad. Los dispositivos de control solar de lamas están perfectamente estudiados para evitar la radiación en el interior en primavera y verano. En la zona industrial se trata de paneles prefabricados de hormigón.
La parte de oficinas cuenta con unos curiosos lucernarios o minipatios que favorecen la iluminación, eliminando el exceso de radiación cenital. Además, alimentan el sistema de renovación de aire en verano. Se proporciona un aire pre-enfriado en el espacio de sombra, vegetado y húmedo bajo las oficinas, en la planta baja.
Vegetación para regular la temperatura en varias partes del conjunto. La cubierta es ajardinada para reducir el calentamiento por radiación solar en periodo de verano. La planta baja (libre) y la terraza sur también cuentan con masas vegetales que mejoran el comportamiento térmico. Las especies plantadas son autóctonas.
El agua de lluvia se recoge y trata para su posterior utilización en el riego.
Instalaciones:
La ventilación fue considerada desde el principio en el diseño, favoreciendo éste la ventilación natural que se encuentra complementada con sistemas de free-cooling y un recuperador de calor de doble flujo.
El suministro energético viene por paneles solares térmicos y fotovoltaicos situados en cubierta. Además, el edificio cuenta con una bomba geotérmica para calefacción y refrigeración, calderas de biomasa y máquina de absorción para la producción de frío solar.
Un sistema centralizado permite controlar todas las instalaciones, optimizando su uso. Además, el edificio está monitorizado de manera que el sistema puede adelantar y regular las acciones en función de las condiciones reales de confort interior.
Los materiales elegidos tienen certificados de bajo impacto ambiental, entre los que cabe destacar toda la madera de la estructura y los falsos techos, así como los aislamientos.
Fuente imágenes: Sustentable | Jesús Tejedor