

«Se trata de identificar estas tendencias con la mayor precisión posible, para evaluar el impacto que puedan tener sobre las ciudades y las formas de vida urbana y elaborar, en consecuencia, instrumentos susceptibles de ayudar a gestionar del mejor modo posible dichos cambios estructurales».
François Ascher, «Los Nuevos principios del Urbanismo».
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A pesar de que el concepto PED tiene un punto de partida reciente basado en las Smart Cities y la aplicación de la sostenibilidad en las ciudades, el recorrido que tiene por delante es extenso durante los próximos 10 años. Una definición de estos distritos energéticos puede ser la siguiente:
«Distritos compuestos por edificaciones de uso múltiple que se caracterizan por su eficiencia energética, un balance cero de emisiones de CO2 y que activamente gestionan y controlan el exceso anual de producción renovable local».
Un PED se entiende como un vecindario consolidado que tiene sobreproducción local de energía por vías renovables, la cual es capaz de equilibrar la demanda que puedan tener otras zonas gracias a la interconexión entre ellas. Los Distritos de Energía Positiva se caracterizan por:
Esta metodología surge de la necesidad de conseguir acciones alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y del cumplimiento de la Directiva europea sobre Eficiencia Energética en Edificios (EPBD). Más concretamente, el objetivo número 11 «Ciudades y Comunidades Sostenibles». Pero los PED necesitan ser desarrollados implicando a todas las partes interesadas, con lo que es necesario el establecimiento de un organigrama de actuación, sobre todo en tanto que hay que tratar con diferentes actores a diferentes escalas y muchas veces en zonas urbanas ya consolidadas.
Europa necesita rehabilitar su parque inmobiliario existente a un ritmo del 3% anual. La razón fundamental se basa en el reto de reducir drásticamente la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a la atmósfera. Es evidente que, solo mediante actuaciones puntuales, no vamos a conseguir llegar a ese nivel de ambición. Son necesarias por tanto actuaciones a gran escala o escala urbana. Los Distritos de Energía Positiva tienen como objetivos globales:
Más concretamente, el proyecto europeo SET Plan tiene como objetivo llegar a la creación de 100 Distritos de Energía Positiva en Europa para el 2025. Dichos PEDs estarían por supuesto interconectados sinérgicamente entre ellos.
La Plataforma Tecnológica Española de Eficiencia Energética (PTE-ee) lleva promoviendo desde 2017 la Iniciativa Tecnológica Prioritaria PED en España. El objetivo de esta Iniciativa consiste en impulsar la planificación, la difusión y la replicabilidad de los PEDs a nivel nacional. En España ya empezamos a ver los primeros frutos desarrollados gracias al plan europeo H2020:
El proyecto europeo Smart City ATELIER tiene como objetivo transformar los barrios de la ciudad de Bilbao en PEDs. Las soluciones propuestas integran edificios con movilidad inteligente y tecnología de energía positiva. Se trata de girar la tendencia 180º, es decir, transformar los barrios en generadores de energía renovable en lugar de ser consumidores de Energía Primaria. Las ciudades participantes del proyecto ATELIER se convierten así en «ciudades faro» o casos pioneros sobre los cuales poder replicar nuevos Distritos de Energía Positiva a nivel mundial.
MAKING-CITY es otro proyecto europeo que se encarga y testea procesos avanzados y metodologías basadas en los PEDs. En el caso concreto de León, se actúa en el Distrito de Entrevías, donde reside el 21% de la población total de la ciudad. El objetivo final consiste en mejorar la eficiencia energética de los equipamientos locales y reducir el consumo de muchos de los edificios.