

Pese a que a finales de los años sesenta salía a la luz la primera colección de muebles hechos de cartón, de la mano del alemán Peter Raacke, es ahora cuando este material parece estar viviendo su momento de mayor auge. La necesidad de innovar y la preocupación por el medio ambiente han hecho que en los últimos años se multipliquen las empresas dedicadas a la construcción de este tipo de inmobiliario.
Lo cierto es que a día de hoy raro es el producto del que no podamos encontrar su versión hecha de cartón, pudiendo adquirir desde camas hasta futbolines o botelleros diseñados y construidos con este material. La empresa Cardboard Furniture apuesta por un diseño vanguardista y añade un toque de color a sus creaciones, presentando por 49 euros este taburete inspirado en el símbolo del infinito.
Otra empresa que también utiliza el cartón como materia prima es Cartonlab, que ha diseñado un futbolín en el que se pueden personalizar los jugadores. Se puede adquirir en su página web por 99,95 euros y está hecho de cartón ecológico.
Para los más pequeños de la casa Kartelier ha creado un conjunto de mesa y dos sillas, hecho también con cartón ecológico y ofreciendo la posibilidad de personalizarlo añadiendo la imagen que queramos. En este caso no habrá problema si a los niños les da por pintar los muebles, ya que incluso puede ser la forma más original de “decorarlos”. Su precio es de 103,60 euros.
El universo del cartón ha crecido tanto que podemos encontrar espacios enteros construidos con este material, como cocinas y dormitorios. La empresa Cubiqz diseña verdaderas obras de artes, ya que a simple vista pocos reconocerían que esta cocina está hecha de cartón. Los precios de las cocinas completas rondan los 400 euros.
La gran ventaja de este inmobiliario es su ligereza y facilidad a la hora de montar, además de que muchos de ellos permiten volver a doblarse, por lo que podemos guardarlos cuando no queramos darles uso. Otro beneficio a tener en cuenta es su aportación al medio ambiente al utilizar un material 100% reciclable. El principal inconveniente es su resistencia y durabilidad, sobre todo si los comparamos con los muebles de madera o de metal.