

Esta semana la revista Promateriales ha contactado con KÖMMERLING para hacer una entrevista sobre la importancia del control solar como expertos en el tratamiento del hueco de fachada. Os avanzamos el concepto que tiene de este tema uno de los líderes de este sector industrial.
El Sol constituye una fuente de energía muy potente, que hay que saber gestionar. La entrada de la radiación en una estancia modifica automáticamente parámetros de confort interior y, si se prolonga en el tiempo, la demanda energética para aporte de calor e iluminación. Un buen diseño del interior favorece la acumulación de esa energía para su posterior emisión cuando se retire la fuente y las posibilidades en el paño del vidrio son incontables. Sin embargo, hay que lidiar también con la radiación excesiva en verano, y para ello, la comprensión del funcionamiento de los dispositivos de control solar es fundamental.
El interés de los dispositivos de control solar radica en ciertos matices de la palabra control, y que la separan del fácilmente confundible término protección solar. Un dispositivo eficaz debe ser capaz de adaptarse al movimiento sobre el arco solar y a los distintos ángulos de incidencia a lo largo del año, mostrando una cara diferente en función de las necesidades. Esto no significa que las protecciones fijas deban desaparecer, pero sí que si su diseño no es muy preciso pueden terminar interfiriendo con las ganancias solares cuando interesan, además de que su aportación a la gestión solar es menos versátil.
Podemos dividir los dispositivos de control solar en dos grupos por su posición respecto al vidrio. La interacción con la estancia es totalmente diferente:
· Por el exterior: el elemento de control está evitando la entrada de radiación al interior por lo que la temperatura no aumentará.
· Por el interior: predomina el interés por reducir la iluminación, posiblemente por el efecto del deslumbramiento, pero no por ello se desperdicia la energía, que sigue calentando el aire interior entre la protección y el vidrio. Las cortinas, estores y cortinas de lamas son las opciones más utilizadas.
También se busca en algunos de estos elementos que aporten protección térmica durante la noche y que el material no favorezca su calentamiento y posterior radiación de calor. Estos dos factores acotan el rango de materiales óptimos para ciertos dispositivos de control solar, donde se buscan materiales poco conductores.
Pesé a la variedad de dispositivos, se suelen instalar soluciones, especialmente en el sector residencial, que merman la capacidad de protegerse de la radiación sin que suponga la desaparición de la entrada de luz natural o la conexión visual con el exterior.
Es labor del arquitecto el buen diseño de una envolvente dinámica que dialogue con el clima y el entorno, y obligación del propietario darle el uso correcto al proyecto.
Para una explicación más amplia sobre el control de la radiación solar desde la fachada, no os perdáis la entrevista. Os avisaremos cuando se publique.